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Colombia un país de muchos negociantes y pocos empresarios

el 23 junio 2010

Colombia un país de muchos negociantes y pocos empresarios

Colombia es un país donde las condiciones sociales determinan como las personas han sido “programadas” para la búsqueda de los objetivos propios de una manera individualista y más bien poco colectiva. La cultura del vivo, de la malicia indígena y del negociante “turco” colombianizado ha hecho que en nuestro país abunden más negociantes que empresarios. La mayoría de negociantes que existen en un país como Colombia son el producto de las consecuencias de una cultura traqueta donde las riquezas se desean acumular en el menor tiempo posible con el menor esfuerzo.

Colombia es un país de gente “guerrera”[1], acostumbrada a crear negocio pero no empresa, gente que generalmente anda motivada en la búsqueda de dinero, en búsqueda de lucro de manera rápida, sencilla y sobre todo sin compromisos (compromisos que pueden ser de índole legal y/o social)  personas a las cuales se les llama comúnmente emprendedoras o empresarias, siendo estas dos definiciones y/o categorizaciones muy desacertadas por las siguientes razones:

  1. Para ser emprendedor se debe ser cumplir con ciertos parámetros y uno de estos parámetros son la innovación. El emprendedor por naturaleza es innovador y en el momento que deja de ofrecer innovación, se deja de ser emprendedor, esta definición es acorde a la definición de Schumpeter. El negociante nunca ofrece innovación, simplemente ofrece intercambio de bienes y/o servicios por dinero, en ningún lado se refleja innovación y mucho menos el valor agregado.
  2. Empresario (ria): “El que toma a su cargo alguna empresa o negociación en que intervienen otras personas, poniéndolos fondos necesarios para ella, y recayendo en él las pérdidas o las ganancias que resulten”. Esta definición es de la Real Academia de Española (1837, 790). Esta definición es un tanto obsoleta en la medida que el empresario no agrega ningún tipo de valor en la negociación o administración del negocio, haciendo que el papel de empresario se puede ver mas como el de un inversionista en busca de la maximización de las ganancias.

Para una comunidad que está acostumbrada a ver como sus empresarios no tienen en muchos casos una estructuración mental (aclaro que la estructuración mental no tiene nada que ver con una estructuración administrativa desde la academia, esta estructuración mental esta mas enfocada a la proyección de su empresa en el tiempo y sobre todo en la comunidad, a partir de una formación en valores, principios, legalidad, sostenibilidad e innovación) que les deje proyectar sus “negocios”[2],  al mediano y largo plazo y el impacto que estos van a tener en la sociedad.

El emprendedor o empresario (visto este como un emprendedor exitoso a futuro y que ha sido innovador) son personas del común que tienen una visión mucho mas critica, analítica y realista de las necesidades del mercado y de manera específica de un sector, área o región. El emprendedor no nace con estas características de manera tacita, aunque estas pueden ser desarrolladas cuando en la persona existe la inquietud de cuestionarse en el día a día muchas de las cosas que pasan en su entorno y como este las interpreta para darles solución; con el tiempo llegan a tener análisis críticos  y realistas desde su posición.

Este tipo de persona no tiene como finalidad primaria la de generar riqueza al corto plazo (teniendo claro que si al mediano y largo plazo, pero igualmente se va mas allá del concepto de crear riqueza) esta persona se diferencia de un negociante en la medida que el emprendedor tiene un norte claro, definido y que es perseverante hacia alcanzarlo, un norte mucho mas integral, respecto a la perspectiva del negociante y radica en que no quiere vender productos simplemente, sino quiere vender son experiencias,  sensaciones y sobre todo vender una marca arraigada en la mente y corazón de sus clientes que lo diferencie de los demás, para posicionarse y seguir siendo sostenible al mediano y largo plazo.

Esto lo hace a partir de una serie de estrategias que radican en la empresa, como lo es prestar un verdadero servicio al cliente pre-venta y post-venta (aclaramos que servicio al cliente no es una mujer o  un hombre atendiéndonos con una sonrisa en la cara pero ineptos para solucionar un problema o tener un tono de voz moderado pero inútiles para dar soluciones prontas)  donde la comunicación sea en doble dirección de manera eficiente y eficaz,   una optima calidad de los bienes y/o servicios que ofrece la institución y sobre todo una atención integral. Por eso es que cuando los propietarios cuando atienden su negocio tienen mayor probabilidad de éxito por estar en dos posiciones estratégicas, en el contacto con el cliente y en la gerencia de estrategias.

El emprendedor es una persona que sustenta  su labor de intercambio de bienes y servicios por dinero en la legalidad, sostenibilidad, buenas prácticas en su organización y la característica más importante del emprendedor es que nunca deja de innovar.

Nunca se ve al cliente como un símbolo de lucro, sino se ve al cliente como un potencial actor que nos evalúa nuestro trabajo como receptor final de nuestra cadena de valor y capaz de influenciar nuestra organización con las decisiones que este tome. El emprendedor  deja de ser negociante en el momento que es capaz de definir su estrategia y entra a posicionarla. No siempre que se inicia un negocio se llega al título de volverlo empresa, esto va muy arraigado con la experiencia que vende

Por eso en Colombia es claro que tenemos muchos negociantes que han sido educados en una sociedad que solo ve con los ojos de la inmediatez haciendo que se creen buenos negociantes pero muy pocos empresarios. Vemos negociantes en todas las industrias y vemos como estos negociantes desangran la sociedad colombiana gracias a las malas prácticas, ilegalidad, bajo nivel de compromiso social y por la total ausencia del Estado en la regulación de prácticas laborales y sociales. Como ejemplo quisiera ilustrar varios casos de negociantes colombianas reconocidas en la sociedad por sus malas prácticas hacia el cliente, malas prácticas hacia sus empleados y sobre todo por la ausencia de una administración que sea competitiva y sea capaz de entender al cliente (aclaro que catalogo estos sitios a partir de experiencias personales):

  • Gimnasios Spinning Center (Pésimo servicio al cliente y mal trato a los empleados)
  • Archies Pizza (Pésimo servicio al cliente)
  • UNE (Pésimo servicio al cliente)
  • Comcel
  • Ktronix
  • Bancos
  • Universidad Javeriana (demasiada burocracia en todos los tramites)

Para ilustrar lo que hace un buen empresario y como es capaz de impactar a sus clientes citamos este ejemplo a continuación:

Un buen ejemplo de esto es un restaurante el Londres llamado Little Bay que adopto una estrategia de llevar la factura en blanco por motivo de la crisis financiera mundial. La respuesta fue que los comensales estaban pagando un 20% más de lo que realmente costaría el plato originalmente.

Columnista

Manuel Ángel

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[1] Defino guerrero como aquella persona o institución que sin un conocimiento previo en algún área específica arriesga capital con unos  altos índices de riesgo orientados al fracaso y con un desconocimiento total del mercado.

[2] Describo como negocio, toda transacción que se realice entre personas naturales o jurídicas y que no tenga como finalidad el mejoramiento de las partes, sino solo el enriquecimiento de una de las partes a costa del otro.

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Comentarios (3)

muy pronto sere un empresario

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muy buena explicacion gracias.

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La libertad expresión es fuente de crear un emprendimiento que fortalezca la necesidad de los demás

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