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Teorias Clásicas del Comercio Internacional

el 16 julio 2010

David Hume, 1711-1776

Este filósofo escocés es considerado un precursor de Adam Smith, de quien fue amigo
personal.

Hume analizó las fuerzas que impulsan la actividad económica, el deseo de lucro y de acumulación. Considera que no debe adoptarse ninguna medida de tipo redistributivo para que no desaparezcan los estímulos individuales, imprescindibles para el funcionamiento del sistema económico.

Criticó las teorías mercantilistas y fisiocráticas imperantes en su tiempo. Atacó a los terratenientes considerando que no contribuían al aumento de la riqueza nacional. En sus escritos trató también sobre otros temas económicos como la teoría monetaria, la teoría del interés, la política fiscal y el comercio internacional.

Contribuciones al pensamiento económico

En el transcurso de sus argumentaciones políticas, Hume desarrolló muchas ideas que gozan de prevalencia en la economía, principalmente acerca de la propiedad intelectual, la inflación y el comercio exterior.

La concepción humana de la propiedad privada es que la propiedad privada no es un derecho natural, pero se justifica porque es un bien limitado. Si todos los bienes fueran ilimitados y estuvieran disponibles, entonces la propiedad privada no tendría sentido. Hume creía en la distribución desigual de la propiedad, dado que la igualdad perfecta destruiría las ideas de industria y el ahorro, lo que llevaría al empobrecimiento.

Hume se cuenta entre los primeros que desarrollaron un flujo precio-especie automático, una idea que contrasta con el sistema mercantil. Expuesto en una forma simplificada, cuando un país incrementa sus flujos entrantes de oro, esto resulta en una inflación de precios, que dejará sin comerciar a países que lo habrían hecho de no haber dicha inflación. Esto redunda en un decremento del flujo entrante de oro a largo plazo.

Hume también propuso una teoría de la inflación beneficiosa. Creía que incrementar el suministro de dinero avivaría la producción a corto plazo. Este fenómeno estaría ocasionado por un margen entre el incremento del suministro de dinero y los precios. El resultado es que los precios no se elevarían a corto plazo y puede que no lo hicieran nunca. Esta teoría se desarrolló más tarde por John Maynard Keynes.

Adam Smith (1723-1790)

La publicación del libro «Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones» de Adam Smith en 1776, es considerado el origen de la Economía como ciencia. Su preocupación principal fue el crecimiento económico y temas relacionados como la distribución, el valor, el comercio internacional, etc. Uno de sus objetivos principales fue la denuncia de las ideas mercantilistas restrictivas de la libre competencia que estaban aún muy extendidas en su época, ya que venía desarrollando nociones económicas desde el siglo XV, más vinculada a los imperios coloniales que a la naciente revolución industrial. Para Adam Smith, el Estado debía abstenerse de intervenir en la economía ya que si los hombres actuaban libremente en la búsqueda de su propio interés, había una mano invisible que convertía sus esfuerzos en beneficios para todos.

La teoría clásica del comercio internacional plantea la interacción entre comercio y crecimiento económico. Según los principios establecidos en sus obras, los distintos bienes deberán producirse en aquel país en que sea más bajo su coste de producción y desde allí, exportarse al resto de las naciones. Por tanto define la denominada «ventaja absoluta» como la que tiene aquel país que es capaz de producir un bien utilizando menos factores productivos que otros, es decir con un coste de producción menor. Defiende además el comercio internacional libre y sin trabas para alcanzar y dinamizar el proceso de crecimiento económico, y este comercio estaría basado en el principio de la ventaja absoluta y asimismo cree en la movilidad internacional de factores productivos.

En resumen, la productividad es una función de la destreza, la capacidad de innovar, el ahorro de tiempo y la especialización de los factores productivos. Cada una de éstas, asimismo, es una función de la división del trabajo. La división del trabajo es función de la dimensión del mercado, la estandarización del producto y la estabilidad y certidumbre de la demanda del producto.

La obra habla sobre la propensión a intercambiar exclusiva del hombre se convierte en el motor del desarrollo humano. Esta obra constituye también una guía para el diseño de la política económica de un gobierno. Los beneficios de la Mano Invisible del mercado solo se obtendrán en una sociedad bien gobernada.

Entre sus aportes más importantes se destacan:

  • La diferenciación clara entre valor de uso y valor de cambio.
  • El reconocimiento de la división del trabajo, entendida como especialización de tareas, para la reducción de costos de producción.
  • La predicción de posibles conflictos entre los dueños de las fábricas y los trabajadores mal asalariados.
  • La acumulación de capital como fuente para el desarrollo económico.
  • La defensa del mercado competitivo como el mecanismo más eficiente de asignación de recursos.

David Ricardo (1772-1823)

Economista británico, de origen judío; fue uno de los miembros más importantes de la escuela clásica de economía política. Su lógica rigurosa y la búsqueda de la verdad objetiva han sido la base de las tentativas del neoliberalismo y de los análisis de Marx acerca del capitalismo. Expuso sus teorías en la obra «Principios de Economía Política».

TEORIA DE LAS VENTAJAS COMPARATIVAS

A diferencia de Adam Smith, en cuyos trabajos se apoyó,Ricardo se preocupó sólo en segunda instancia en averiguar las causas del crecimiento o, si se prefiere el origen de «la riqueza de las naciones».Ricardo realiza una crítica a la obra, desarrollando más la teoría del valor trabajo y conceptos tales como elcapital y lareproduc ción.

Al autor de los «Principios de economía política y tributación» (1817) lo inquietaba especialmente la tendencia de la baja de los beneficios. Tendencia a su entender inevitable en la economía inglesa, pero que podía contrarrestarse con el desarrollo del comercio exterior. No a la manera de Adam Smith, que destacaba el papel de las exportaciones de manufacturas en la profundización de la división del trabajo. Sí a través de las importaciones de cereales baratos que impedirían que suba el salario normal. Y, por ende, facilitarían el aumento de los beneficios y la acumulación necesaria para el crecimiento.

Beneficios del libre comercio

Ricardo habla de los beneficios de la especialización para los países participantes en el comercio internacional. Unos y otros obtienen supuestamente ventajas del intercambio al aumentar «la masa de bienes y, por consiguiente, la suma de disfrutes» (Ricardo, Op. Cit. p.98). De esta manera, por la misma cantidad de trabajo, un país obtiene un mayor volumen de mercancías gracias al comercio. Por lo que la especialización significa la potenciación de la capacidad de producción y consumo de todas las naciones. Constituyéndose por esta razón en un factor de desarrollo, además de una palabra para elevar el bienestar general.

«En un sistema de comercio absolutamente libre, cada país invertirá naturalmente su capital y su trabajo en empleos tales que sean lo más beneficiosos para ambos. Esta persecución del provecho individual está admirablemente relacionada con el bienestar universal. Distribuye el trabajo en forma más efectiva y económica posible al estimular la industria, recompensar el ingenio y por el más eficaz empleo de las aptitudes peculiares con que lo ha dotado la naturaleza; al incrementar la masa general de la producción, difunde el beneficio general y une a la sociedad universal de las naciones en todo el mundo civilizado con un mismo lazo de interés o intercambio común a todas ellas» (Ricardo, Ibidem, p.102).

“Para la prosperidad general, no puede considerarse nunca excesiva la facilidad que se de a la circulación e intercambio de toda clase de propiedad, ya que es por ese medio que el capital de toda clase tiene la posibilidad de encontrar el camino hacia las manos de aquellos que mejor lo emplearán en aumentar el producto del país».

John Stuart Mill, 1806-1873

John Stuart fue un auténtico liberal, pero tan sensible a las cuestiones sociales que alguna vez se definió como socialista, creía en el libre mercado, confiaba en el sistema capitalista pero reconocía sus deficiencias. Considerado el último clásico importante, porque contribuyó al pensamiento clásico con su Teoría de la demanda reciproca.

J.S. Mill inicia sus Principios arremetiendo contra el mercantilismo. En ese contexto, rechaza la teoría de la «salida del excedente» Smithiana, considerándola «una reliquia de la teoría mercantil». John se dedico sobretodo a definir los factores o fuerzas que determinan la relación real de cambio entre países considerando cuanto produce cierta cantidad de trabajo en lugar de cuantos días trabajo se necesita para producir cierta cantidad de cada producto, de esta forma establece el principio de la demanda recíproca que significa que la relación real de intercambio estará determinada por la fuerza de la demanda de cada país por los productos del otro estableciendo de este modo la relación de librecambio entre países. Mill con su ley de los valores internacionales, explica la necesidad que debía mantener el equilibrio entre las exportaciones y las importaciones.

Mill suponía que todos los países se beneficiarían del libre comercio y demostró más tarde que estas ganancias del comercio dependían de la demanda recíproca de importaciones y exportaciones. Cuanto mayor fuera la solicitud de bienes que exportaba un país, en relación con su demanda de importaciones, mayores ganancias obtendría este país de un comercio libre entre naciones. La ganancia se reflejaría en la mejora de la relación real de intercambio de ese país. Esta relación se expresa en la proporción de los precios de los bienes que exporta frente a los precios de los bienes que importa. La teoría clásica del comercio desarrollada por Smith, Ricardo y Mill se ocupaba sobre todo de analizar las ganancias derivadas del libre comercio. Sin embargo, la teoría moderna del comercio internacional acepta la veracidad de la teoría de la ventaja comparativa y se centra en analizar los patrones de comercio de cada país y los orígenes de dicha ventaja.

Teoría de La Demanda Recíproca

Esta teoría trata de determinar los factores y las fuerzas que determinan la relación real de intercambio entre los países que realizan comercio internacional. “Los productos de un país se cambian por los de otros países a los valores que se precisan para que el total de sus exportaciones pueda pagar el total de las importaciones. Esta ley de valores internacionales es una ampliación de la ecuación de la oferta y la demanda. El valor de una mercancía se ajusta por si mismo, de modo que demanda y oferta se equilibran. Todo comercio, como intercambio de mercancías, supone que las cosas que hay que vender constituyen los medios para comprar: la oferta aportada por uno constituye la demanda de los demás. Oferta y demanda son otra forma de expresar la demanda recíproca, ambas se ajustan por sí mismas”. El exceso de oferta en un mercado implica el exceso de demanda en otro (en dos bienes distintos)

Cibergrafia:

http://es.wikipedia.org/wiki/David_Hume
http://es.wikipedia.org/wiki/Adam_Smith#Adam_Smith_y_el_comercio_internacional
http://www.eumed.net/cursecon/economistas/adam_smith.htm
http://www.eumed.net/ce/2006/afb-jsm.htm

Me encantan los negocios y sueño con convertirme en un exitoso empresario. Me gusta compartir con otros emprendedores y trabajar cada día por mis proyectos.

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