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¿Cómo dejar de Autosabotearte?

¿Alguna vez te has referido a ti mismo con frases como «soy mi peor enemigo», «no valgo nada», «no soy capaz», «no puedo», etc?

¿Tienes claro lo que quieres lograr en tu vida, pero por alguna razón algo está impidiendo que lo logres e incluso te hace retroceder?

Tal vez estés saboteándote a ti mismo.

¿Qué es el autosabotaje?

Para lograr lo que queremos debemos enfrentarnos a retos y obstáculos externos que son relativamente fáciles de identificar y solucionar o encontrar nuevas alternativas. Sin embargo, existen otros obstáculos que son muy difíciles de descubrir y resolver.

Son los frenos que nosotros mismos nos ponemos, nuestros autosabotajes, pensamientos conscientes o inconscientes que nos impiden actuar de acuerdo con nuestros deseos, que nos limitan y nos alejan de nuestro bienestar.

Los seres humanos podemos vivir “contándonos mentiras y excusas” a nosotros mismos y así,  saboteamos relaciones personales y laborales mientras perdemos las posibilidades de éxito que a menudo se nos presentan en el camino.

Podemos decir que el autosabotaje es básicamente aquél estado indeseable en el que nuestra mente se empeña en evitar que logremos nuestros sueños,  es un sistema de autodefensa que nos protege del fracaso, de ser dañados, juzgados, de hacer el ridículo, y de todos nuestros miedos. Pero también tiene un alto precio.

Uno de los principales problemas es que, aunque a todos nos afecta en algún momento, pocas personas saben que existe, con lo que cuando el autosabotaje se manifiesta, buscamos todo tipo de racionalizaciones y justificaciones para el freno que nos acabamos de poner. Es decir, excusas.

Una de sus principales consecuencias es que mina nuestra autoconfianza, cuando sistemáticamente no conseguimos lo que queremos, podemos llegar a pensar que no somos capaces, cuando en realidad lo que está ocurriendo es que nosotros mismos nos lo estamos impidiendo.

Algunos de los autosabotajes mas frecuentes son el mentirnos a nosotros mismos (decirnos que queremos algo que realmente no queremos) aplazar tareas (lo haré mas tarde), el no terminar lo que empezamos, el exceso de perfeccionismo (¿para qué esforzarse si nunca va a vamos a alcanzar la perfección?), y las excusas sin fin (no tengo tiempo, soy demasiado mayor/joven, se me da mal…).

¿De donde proviene?

El autosabotaje es un mecanismo complejo con diferentes orígenes, algunos de ellos son:

– Miedo al fracaso. Si ya no lo intentamos, es imposible que fracasemos, el no intentarlo nos inmuniza y nos evita frustraciones.

– Pensar que en el fondo no merecemos lo que deseamos. Luchas por conseguir algo, por ejemplo, una posición profesional pero ¿Realmente te lo crees?

Nos han educado con frases como “no está bien hablar de tus logros” o “se siempre discreta”, muchas veces nos cuesta aceptar nuestro valor personal. No es de extrañar que cuando estamos cerca de obtener un logro, inmediatamente demos un paso atrás y literalmente lo rechacemos, ya que una parte de nosotros siente que puede estar “traicionando” algo.

– Nos da miedo lograr lo que queremos. Debido a nuestro sistema creencias podemos asociar éxito con la idea de exposición al juicio de otros,  a que nuestras personas queridas se alejen, a contraer nuevas y engorrosas obligaciones… cada uno tiene sus ideas (conscientes o inconscientes) que vale la pena revisar.

– Ganancias ocultas. Es curioso, pero cuando nos aferramos a una creencia que nos limita, es porque algo obtenemos a cambio, aunque no nos demos cuenta de ello desde un punto de vista racional. Por ejemplo, la idea de tener problemas anímicos (o incluso económicos) puede hacer que las personas de nuestro entorno estén pendientes de nosotros y nos brinden su cariño y solidaridad, aunque parezca increíble, esa es nuestra ganancia. Se trata de ser conscientes de qué es lo que obtenemos con la situación actual, descubriremos los “beneficios” que nos aporta, unos reales y otros no tanto. Luego toca decidir si realmente vale la pena.

¿Cómo dejar de autosabotearte?

Aquí te dejo algunas consideraciones.

1.- Analiza

¿Cómo es tu conversación contigo mismo? ¿Qué te dices y qué te respondes?

Presta atención a tu diálogo interno para identificar qué es lo que está pasando por tu cabeza, muchas veces te sorprenderás.

Algunas preguntas a responder (vale la pena hacerlo por escrito) son:

  • ¿Qué me está pasando?
  • ¿Cómo lo estoy sintiendo?
  • ¿En qué otras situaciones me ocurre?

Reconoce y descubre tus pensamientos y actitudes para entender como están influyendo en tus comportamientos. Muchas veces la falta de análisis nos hace pensar que los problemas son más grandes de lo que en realidad son.

2.- Acéptalo y descubre tu “ganancia oculta”.

¿Qué gano con pensar así? E incluso ¿De donde procede esta idea?

Como decía antes, aunque parezca difícil de creer, siempre hay un beneficio detrás de un autosabotaje. Es muy importante que lo identifiques.

3.- Acción

¿Qué es lo que necesitas solucionar hoy? Tal vez antes de dar nuevos pasos necesites profundizar en algún aspecto que te está frenando.

Si identificas como funciona dentro de ti el autosabotaje podrás actuar y elegir qué pensamientos y acciones te ayudarán más.

4.- Tu visión y tus necesidades.

Averigua qué es lo que verdaderamente deseas, cuales son tus sueños y cuáles son tus necesidades reales.

Ten siempre presente los beneficios de tus objetivos. Nunca olvides aquello que te motiva y mucho menos el “para qué”. La claridad te ayudará a mantenerte fiel a tu visión y tus deseos.

Recuerda que eres dueñ@ de tu vida, convierte tu libertad en valor.

Sobre la autora:

Isabel Gómez, es Consultora y Coach Profesional en Éxito en Femenino www.exitoenfemenino.com

Licenciada en Ciencias del Trabajo, Master en Marketing, MBA y Emprendedora vocacional.

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