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Curso Creación de empresas para emprendedores

el 22 julio 2010

Autor:
Gestión 21

0- Presentación del curso:

Este curso para emprendedores está enfocado a todos aquellos que deseen crear un negocio y hacerlo crecer. En este curso gratis, elaborado por Gestion21, se expone cómo realizar un plan de negocio, las cuestiones importantes a tener en cuenta y los trámites para comenzar.

Contenido:

  1. Introducción
  2. Las características del emprendedor
  3. Causas de éxito y fracaso
  4. Las formas jurídicas en España
  5. La Sociedad Limitada Nueva Empresa
  6. Planificar nuestro negocio
  7. La visión de la empresa
  8. La Misión Definiendo el negocio
  9. El análisis externo
  10. El análisis interno
  11. La formulación de objetivos
  12. La estrategia
  13. La formulación de alternativas estratégicas
  14. La elección de una estrategia
  15. El Plan de Marketing
  16. El Plan Financiero
  17. El resumen ejecutivo
  18. Consideraciones finales

Capítulo 1: Introducción

A todos los que leéis esto se os habrá pasado por la cabeza crear vuestra propia iniciativa, pero seguramente muchos habréis pensado ¿cómo empiezo? ¿Cuál es el primer paso? ¿Qué tengo que hacer? Pues bien, el objetivo de este curso es precisamente orientar al emprendedor en las cuestiones importantes que debe de contemplar a fin de que tenga meditados y previstos los puntos esenciales para su futura empresa.

Lógicamente, cada emprendedor es un mundo y cada iniciativa también, por ello, es necesario dejar claros ciertos aspectos. Para comenzar, no hay soluciones estándar, lo que es bueno para unos puede ser nefasto para otros y las estrategias adecuadas en un determinado momento y para una iniciativa concreta, pueden resultar inadecuadas para otros. Conclusión, no hay una fórmula mágica del éxito. Las acciones y elecciones se deben tomar tras un análisis de la situación individual, si no es así, se comienza mal a caminar.

Por otro lado, ser emprendedor puede ser una experiencia muy satisfactoria, Crear y hacer crecer algo propio, con nuestras decisiones y esfuerzo, puede resultar muy enriquecedor y, a medio plazo, rentable, pues lógicamente tenemos que mantenernos y vivir. Para ello, lo ideal es que el emprendedor tenga un espíritu vocacional y sea eso lo que le guíe a lo largo de su aventura empresarial. Emprender por cuenta propia porque no queda más remedio siempre es peor lugar de salida que emprender porque es lo que uno verdaderamente desea. El emprendedor precisa de un carácter especial donde la ilusión sea el impulso principal de la iniciativa, sin ella, no habrá recompensa, ni personal ni de otro tipo. Si uno emprende porque «no tiene otro remedio» entonces debe cambiar su forma de pensar, debe ver su futura iniciativa no como la última salida sino como una estupenda oportunidad de hacer lo que quiere hacer y de tener algo propio que perdure y sea el producto de su esfuerzo y su capacidad. Si la ilusión es la base, cuando vengan los tiempos duros el edificio aguantará.

Hay que considerar esta como la primera lección y probablemente la más importante.

Capítulo 2: Las características del emprendedor

Antes de introducirnos de lleno en el proceso de creación de una empresa, vamos a seguir señalando cuestiones personales del proceso de emprendimiento. La planificación y el conocimiento son factores de éxito, pero es necesario saber que detrás de cada empresa, al comienzo y en la base de cada iniciativa hay personas y que es el equilibrio de todos los elementos (características personales, conocimiento, capacidad de acción, planificación, etc.) lo que nos dará la clave para mantener un rumbo firme en la iniciativa.

Por ello, esas personas dispuestas a crear una empresa deben ser conscientes de que las siguientes características que se enumeran son las que deben conformar su carácter. Hay que aprovechar las que se poseen y trabajar para desarrollar las que no se posean tanto.

Un buen emprendedor se caracteriza por:

  1. Tener ilusión. El entusiasmo, la motivación, etc. serán el mejor combustible en los primeros pasos de la nueva iniciativa.
  2. Tener confianza. Eso implica afrontar con ánimo las épocas menos buenas y tener claro en todo momento que nada se consigue en un día ni dos.
  3. Ser optimista. Las cosas siempre se pueden ver por un lado mejor lo cual no implica que se caiga en la autoindulgencia.
  4. Tener capacidad de actuar y querer aprender. Es decir que se debe conocer lo que se hace y esforzarse por aprender lo que no sepamos. El emprendedor por definición es una persona inquieta y debe demostrarlo de la mejor manera, con acción.
  5. Ser paciente. La paciencia será nuestra mejor aliada, volveremos al tema en los consejos finales de este curso, pero el emprendedor debe saber que crear y hacer crecer algo es un tema de plazos y que estos suelen ser largos. Las historias de éxito en poco tiempo o sin esfuerzo pueden existir, pero son la excepción a la regla y no el patrón general.

Recuerde, ser así no es garantía de éxito (nada lo es) pero es un elemento clave del mismo. Medite sobre ello y cultive esas cualidades.

Capítulo 3: Causas de éxito y fracaso

Esta es la última entrega en cuanto a ¿»consideraciones previas» antes de meternos de lleno en planificar nuestra empresa. Son aspectos importantes que un emprendedor debe conocer y tener en cuenta antes de verse inmerso en el proceso de creación y, por ello, en este capítulo vamos a considerar factores de fracaso y éxito en las nuevas iniciativas.

Hay una cosa a tener en cuenta, no hay fórmulas mágicas ni únicas para que la iniciativa tenga éxito.

Factores de fracaso:

  • Falta de planificación: hay que pensar, meditar y planear los puntos importantes y ponerlos por escrito, no vale tenerlos en la cabeza, hay que plasmarlos en un plan que aborde las cuestiones esenciales. En gran parte del curso veremos cómo hacer este plan.
  • Marketing deficiente: puede ser el mejor en lo que hace pero si nadie lo sabe no se servirá de nada. Es necesario invertir en un marketing eficiente porque si no, no se producirá venta alguna.
  • Desaliento: los primeros tiempos siempre son muy duros, desalentarse y tirar la toalla antes de hora es un craso error. Recuerde lo que ya se ha dicho sobre los factores personales, son esenciales.
  • Falta de fondos: las nuevas empresas suelen tener el punto débil en su estructura financiera, por ello, hay que tener un férreo control de los gastos a través de presupuestos y asegurarnos de que los que hagamos van a compensarnos (inversiones rentables).
  • Ignorar al cliente: el cliente es lo fundamental, si ignoramos quién es y lo que quiere, nunca nos elegirá, un estudio de mercado y un buen enfoque son la vacuna contra este factor de fracaso.
  • Ignorar a la competencia: esto es como una partida de ajedrez, los demás también juegan y si los obviamos perderemos tarde o temprano el terreno.

Como habrá deducido esos factores de fracaso le dicen también cuáles son los factores que le pueden ayudar al éxito en su empresa. Escríbalos y piense en ellos.

Capítulo 4: Las formas jurídicas en España

En España hay dos formas básicas de ejercer una actividad empresarial. Por cuenta propia, es decir, constituyéndose como autónomo, o a través de la creación de una sociedad. Elegir la forma jurídica adecuada para nuestra futura actividad es algo que debemos considerar según sea nuestra situación, considerando las ventajas y los inconvenientes de cada posibilidad, no hay una forma ideal para todo.

Hay todo un abanico de posibilidades para elegir (comunidades de bienes, sociedad limitada¿) pero, a efectos prácticos, nos vamos a centrar en las dos figuras más extendidas en nuestro tejido emprendedor: el autónomo y la sociedad limitada, así como en una nueva figura de interés máximo para el emprendedor, la Sociedad Limitada Nueva Empresa, cuya importancia va a merecer una entrega dedicada exclusivamente a ella.

Ser Autónomo.- Ser autónomo significa que eres un empresario individual que ejerce la actividad por cuenta propia, no hay distinción entre empresa y empresario y no hay distinción entre patrimonio de la empresa y del empresario, lo cual resulta uno de los grandes inconvenientes del autónomo ya que la responsabilidad ante acreedores en caso de no poder pagar una deuda es ilimitada y éstos podrán ¿atacar¿ nuestro patrimonio personal (presente y futuro) e incluso, según qué casos, el de un posible cónyuge.

Ventajas: facilidad y rapidez para constituirse (de un día para otro ya se puede ejercer como autónomo) menos obligaciones en cuanto a llevar libros de cuentas, no precisa capital inicial, menor presión fiscal para beneficios reducidos.

Inconvenientes: responsabilidad ilimitada ante terceros, presión fiscal alta para beneficios muy elevados, inseguridad jurídica (pues no tiene ley propia y es difícil saber a qué se debe atener un autónomo)

Crear una Sociedad Limitada.- Una de las principales ventajas de crear una sociedad es que la responsabilidad en caso de deudas será, como máximo, la cantidad de capital de la empresa.

Ventajas: responsabilidad limitada, capital necesario poco elevado (unos 3000 euros)

Inconvenientes: más gastos y trámites de constitución, mayor presión fiscal para beneficios pequeños.

En la próxima entrega veremos la Sociedad Limitada Nueva Empresa.

Capítulo 5: La Sociedad Limitada Nueva Empresa

Dedicamos una entrega específica a la Sociedad Limitada Nueva Empresa por la importancia que tendrá para todos los interesados en este curso, ya que representa una opción muy interesante que todo emprendedor debería valorar.

Qué es la Sociedad Limitada Nueva Empresa.- La Sociedad Limitada Nueva Empresa es una especialidad dentro de la forma jurídica de Sociedad Limitada y está regulada por la Ley 7/2003, de 1 de abril, de sociedad limitada Nueva Empresa que a su vez modifica la Ley 2/1995, de 23 de marzo, de Sociedades de Responsabilidad Limitada.

Características:

– El capital mínimo es de 3012 euros y el máximo de 120.202 euros.

– El número de socios máximo que puede haber es de cinco, no hay mínimo, de manera que una empresa unipersonal tiene cabida bajo este estatuto.

– El modo de denominación de la sociedad cambia y estará formada por los dos apellidos y el nombre de uno de los socios fundadores, seguidos de un código alfanumérico que permita la identificación de la sociedad de manera única e inequívoca y que se denomina ID CIRCE. Se puede conseguir a través de la página Web http://www.circe.es

– La sociedad Nueva Empresa tendrá como objeto social todas o alguna de las actividades generales especificadas por su ley.

– Se pueden emplear unos Estatutos sociales orientativos que permitan la constitución de la Sociedad en 48 horas.

– Es obligatorio que los administradores de la Sociedad (pueden ser uno o varios) sean socios de la SLNE.

– Se prevé un registro contable simplificado.

Ventajas:

Rapidez de tramitación a través de un documento único electrónico (en 48 horas se puede tener constituida).

Simplicidad contable y medidas fiscales que permiten retrasar pagos de impuestos los dos primeros años.

Como vemos el emprendedor español tiene ya la posibilidad de constituir una sociedad en 48 horas, con responsabilidad limitada y a muy bajo coste, además de aprovecharse de otro tipo de ventajas, con lo cual es siempre una forma jurídica a considerar.

Y en la próxima entrega empezamos a planificar.

Capítulo 6: Planificar nuestro negocio

La idea de nuestra futura empresa revolotea por nuestra cabeza, nos bulle constantemente y una vez estamos contagiados de ilusión nos suele susurrar a todas horas. Pues bien, es necesario atrapar esa idea y hacerla crecer con un plan escrito que se denomina Plan de Negocio o Plan de empresa.

¿Para qué sirve poner la idea por escrito? Principalmente porque así se le da concreción, porque cuando algo se escribe surgen multitud de cuestiones importantes que al haber aflorado pueden ser examinadas y tratadas de manera rigurosa, de modo que no queden en el aire y nos sorprendan en el momento más inoportuno. Además, un plan de negocio nos servirá para entidades que aporten financiación (ya sean socios, entidades que subvencionen o que nos realicen un préstamo) e incluso el plan de negocio ha de ser visto como un instrumento de venta; pues su seriedad y su calidad transmiten los valores de nuestra futura empresa.

La estructura y el orden de un plan de negocio puede diferir pero siempre mantiene un esquema en el que se tratan puntos importantes que en ningún caso se deben obviar, pues si se hace se corre el riesgo de empezar sin conocer aspectos importantes que luego nos sorprenderán (seguramente para mal)

Las partes importantes a desarrollar en nuestro plan, y que veremos en entregas posteriores, serían:

  • La Visión y la Misión.
  • El análisis Interno y Externo: el análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades)
  • La estrategia y los objetivos.
  • El Plan de Producción.
  • El Plan de Marketing.
  • El Plan Financiero.
  • El Resumen Ejecutivo.

En posteriores entregas ahondaremos en la importancia de cada uno y en como podremos realizarlos. Ellos serán el reflejo concreto de nuestra idea.

Capítulo 7: La visión de la empresa

A partir de ahora el curso se centra en la realización de las distintas partes de un plan de empresa, ya que dicho plan estará conformado por los puntos esenciales que hay que tener en cuenta para cubrir y desarrollar los aspectos clave de una iniciativa de negocio.

Como todo en esta vida nuestro plan debe comenzar por lo básico (y por básico me refiero a lo que es la base, no a lo que es lo simple) y por ello el primer paso es redactar la Visión.

La Visión representa el futuro perfecto de la iniciativa y se realiza formulando una imagen ideal del proyecto y poniéndola por escrito, a fin de crear el sueño (compartido por todos los que tomen parte en la iniciativa) de lo que debe ser en el futuro la empresa. La Visión es pues la narración de dicho sueño empresarial.

Para ello, ignore por un momento las trabas que puedan aparecer por el horizonte y asuma que este mundo es ideal. A partir de esta premisa se debe escribir una Visión que, de ser posible, dé respuestas al menos a estas preguntas.

– ¿Cómo será el proyecto cuando haya alcanzado su madurez en unos años?

– ¿Cuáles serán los principales productos y servicios que ofrezca?

– ¿Quiénes trabajarán en la empresa?

– ¿Cuáles serán los valores, actitudes y claves de la empresa?

– ¿Cómo hablarán de la empresa los clientes, los trabajadores y la gente en general que tenga relación con ella?

La utilidad de la Visión radica en:

– Ser fuente de inspiración para el proyecto, representa la esencia que guía la iniciativa, de él se extraen fuerzas en los momentos difíciles y ayuda a trabajar por un motivo y en la misma dirección a todos los que se comprometen en el negocio.

– La Visión comienza a enfocar en una dirección las fuerzas creativas y sirve de guía en momentos de duda o dificultad.

En un párrafo defina la visión de la empresa, dele coherencia, vea reflejado en él su sueño futuro y habrá puesto la primera piedra.

Capítulo 8: La Misión Definiendo el negocio

La misión, un concepto ligado con la visión, representa una definición y concreción de a qué actividad se dedica la empresa, cómo la lleva a cabo y qué le diferencia de los demás. Aunque esto puede parecer un paso simple es sorprendente la cantidad de empresas que no saben a qué se dedican o que definen su actividad de una manera muy vaga, con lo que los esfuerzos para conseguir los objetivos también son difusos y se diluyen persiguiendo cada vez una cosa o manteniéndose en una indefinición.

Así pues, nuestro segundo paso será redactar una misión, una definición de la actividad que debe dar contestación a estas cuestiones:

1.- ¿A qué negocio se dedica la iniciativa?

Debemos especificar a qué productos o servicios consagramos la actividad.

2.- ¿Qué diferencia a su negocio de los demás tanto ahora como en el futuro?

Debemos pensar siempre desde la perspectiva de diferenciarnos e innovar, por ello hay que detectar desde ya, la diferencia que hará que nos elijan en vez de a otros, nuestra ventaja competitiva y sostenible en el tiempo (esto es importante).

3.- ¿Cuáles son los valores y principios que impulsan a nuestra iniciativa?

Tiene que haber una serie de valores que identifiquen nuestra iniciativa (calidad, rapidez, servicio¿ los que sean) y debemos señalarlos brevemente aquí.

4.- ¿Cómo ve y trata la empresa a sus empleados, proveedores, socios y clientes?

En la Misión tiene que haber cabida para dedicar una frase a cómo interactuará la empresa con el resto de agentes que se verán inmersos en nuestra actividad y cómo los considera.

Realizando este paso no sólo habremos definido nuestra actividad sino que lo habremos hecho con un enfoque adecuado, no restringiéndonos al mero ejercicio descriptivo sino pensando y poniendo de relieve, desde el principio, las ventajas, las diferencias y los valores que serán la enseña de la empresa, esa es la manera adecuada.

En la próxima entrega entraremos ya en el campo del análisis para la obtención de los datos relevantes para nuestro plan.

Capítulo 9: El análisis externo

El conocimiento es fundamental, básico para definir estrategias y acciones, sin conocimiento andaremos con los ojos vendados por un campo lleno de piedras. Para evitar tropezar en la medida de lo posible es necesario adquirir el conocimiento clave para nuestro negocio y eso se consigue a través de análisis.

Un pequeño inciso para comentar que, tropezar y caer son hechos inevitables. A todos y en todo ocurre y forma parte del aprendizaje, si se teme fallar entonces se teme hacer cualquier cosa y nunca se aprenderá ni se hará nada, pero también es cierto que una buena prevención y conocimiento adecuado evitan muchos tropiezos y sirven también de aprendizaje.

Dicho esto pasemos a ver qué es el análisis externo y cómo realizarlo.

Un análisis externo supone la recogida de información, su análisis propiamente dicho y la elaboración de conclusiones relevantes. A continuación detallamos aspectos de los cuales recoger información y algunas preguntas esenciales que deberíamos poder contestar, igualmente, dependiendo de cada iniciativa habrá muchas más preguntas relacionadas con ese aspecto que habremos de responder.

La coyuntura general.

¿Nos afecta el contexto económico de manera relevante? ¿Hay leyes o políticas que tenemos que tener en cuenta? ¿Estamos en recesión o expansión económica? ¿Hay tendencias que debamos considerar?

El funcionamiento del sector

¿Está nuestro sector en declive, en apogeo, comenzando? ¿Conocemos nuestros proveedores y la forma de funcionar? ¿Hay concentración en pocas empresas?

Los clientes.

¿Quiénes y cómo son (edad, sexo, status social)? ¿Cuáles son sus gustos? ¿Qué elementos de decisión les llevan a demandar el servicio o producto?

La competencia.

¿Hay mucha o poca? ¿Hay líderes destacados? ¿Cómo lo hacen ellos? ¿Cómo nos afectará la competencia? ¿Y su política de precios y servicio?

Recuerde estos son algunos de los aspectos importantes a tener en cuenta y las preguntas anteriores son indicativas, surgirán muchas más y cuánto más conozcamos mejor.

Podremos ver que surgen aspectos que nos favorecen (Oportunidades) y que nos dificultan (Amenazas). Detállelos, nos van a ser útiles.

Capítulo 10: El análisis interno

Es tan necesario conocer los factores externos que nos rodean como conocer los internos que van a influir en el desarrollo de la iniciativa, o lo que es lo mismo, conocernos a nosotros mismos. La importancia de conocer y analizar los factores internos de la empresa, de manera independiente, sin ser ni excesivamente indulgentes ni extremadamente estrictos, nos dará una idea de nuestras posibilidades y capacidades, así como de nuestros puntos fuertes a potenciar y los débiles a cubrir y enmendar.

Hay que dedicar un apartado a identificar nuestras debilidades, es decir, todo aquello en que es menos fuerte la iniciativa y nosotros mismos, puede que sea la situación financiera (muy común en las nuevas iniciativas) la inexperiencia, la falta de clientes, etc. hay que consignar todo y no obviar nada, no hay que temer sacar a la luz los puntos débiles, pues se deben primero conocer para luego compensar y, al fin y al cabo, ningún competidor lo va a ver.

Igual proceso hay que realizar con los puntos fuertes, sea alguna de nuestras capacidades personales, la imagen que damos, la red de aliados, nuestra ventaja competitiva¿ lo que sea que tenga nuestra empresa y nos favorezca habrá también que especificarlo y ponerlo por escrito.

Tenga en cuenta que para todos los casos habrá que detallar sólo aspectos relevantes, si se detallan temas sin importancia se producirá mucho ¿ruido¿ en el análisis.

Si se da cuenta, en el análisis externo nos habían surgido Amenazas (factores externos negativos, como por ejemplo mucha competencia) y Oportunidades (factores externos positivos, por ejemplo un sector en alza) junto con las fortalezas y debilidades tendremos lo que se llama un análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades) un análisis que determina los puntos clave positivos y negativos tanto internos como externos, relevantes para su iniciativa, que se deben sacar a la luz y ordenar en esos cuatro apartados.

El análisis DAFO tendrá elementos valiosos para realizar correctamente los puntos siguientes y recuerde: conózcase a sí mismo y sabrá por donde debe caminar para llegar al éxito.

Capítulo 11: La formulación de objetivos

Gracias a los pasos anteriores ya conocemos nuestra misión, nuestras limitaciones y potencial, los puntos que juegan a nuestro favor y en contra, etc. con todo ello ya debería comenzar a ser capaz de desarrollar unos primeros objetivos para su actividad y en eso consiste este paso.

La cuestión es plantearse metas, objetivos a los que llegar y cumplir.

Estos objetivos deben siempre cumplir las siguientes condiciones:

– Adecuados: que expresen lo que realmente quiere conseguir, recuerde su misión y su visión.

– Realistas: vuelva a su análisis, tanto interno como externo y no ponga cifras que no sean reales. Se debe ser coherente con lo que ha descubierto en los pasos anteriores, si nuestra posición no es la de líder, no podemos aspirar a ponernos los mismos objetivos que ese líder.

– Oportunos: hay que aclarar cuando se pretenden conseguir dichos objetivos, tanto los críticos finales, como los intermedios: qué hay que saber, en qué tiempo queremos conseguir el objetivo, por qué si no ponemos la dimensión temporal como límite se vuelven difusos.

– Medibles: hay que establecer cifras concretas, 100, 200, 300, lo que sea, pero que luego pueda contrastar con la realidad y modificar si es necesario, porque si no nunca sabremos si llegamos o si nos pasamos.

– Alcanzables: esto tiene que ver con que sean realistas. Hay que apuntar alto, porque se deben tener aspiraciones y luchar por ellas, pero no ponga cifras de sueños imposibles en un tiempo igualmente imposible.

Repase la lista de objetivos que se ha planteado, compruebe que cumplen las condiciones anteriores y que se basan en suposiciones (porque esta parte siempre será una estimación) que son reales y están fundamentadas en sus análisis anteriores y no sólo en su intuición.

Hay que entender que hemos llegado al punto de realizar previsiones y esas previsiones son supuestas, todo el mundo se equivoca con ellas, pero hay menor riesgo y margen de error si se basan en premisas de un análisis serio, tanto del mercado como del nuestro propio.

Capítulo 12: La estrategia

Muchas veces la Pyme, el emprendedor o el autónomo parecen conceptos no ligados a la estrategia empresarial, ciencia oculta que pertenece a las grandes corporaciones. Ese es el primer gran error que se suele cometer y que se suele pagar con la desaparición de gran parte de las iniciativas.

Así pues, ¿qué es la estrategia, para qué me sirve y cómo la puedo aplicar? Para empezar, siguiendo este curso, ya estamos actuando estratégicamente. La estrategia es la resolución de problemas de la manera más óptima, es decir, ante una situación donde queremos conseguir algo incierto, analizar y poner en marcha la mejor manera de conseguir el objetivo es actuar estratégicamente.

Para ello la estrategia pasa por tener una visión clara de quien soy, qué quiero y cómo lo quiero. Es decir por:

Conocer el punto al que quiero llevar mi actividad y desarrollar los objetivos concretos de mi actividad (punto visto en la anterior entrega)

Analizar dicha actividad en profundidad (sus características, el entorno, los competidores etc. punto ya realizado en las entregas anteriores)

Trazar un plan (tan complejo, simple o estructurado en etapas como se requiera) para llevar mi actividad desde el punto en el que se encuentra actualmente hasta el punto donde quiero que se encuentre en el futuro.

El análisis concienzudo de todos los elementos anteriores nos dará múltiples pistas sobre la estrategia que debemos emplear (de hecho, muchas veces el simple análisis ya nos dice, casi a gritos, lo que NO debemos hacer en nuestras estrategias). Nuestras acciones deben ser pensadas teniendo en cuenta TODOS los elementos anteriores, no podemos pensar en acciones que obvien elementos tan importantes como la competencia o el mercado, o que precisen de nuestros puntos más débiles para llevarse a cabo con éxito (por ejemplo, si somos una pequeña empresa cuyo punto débil es la estructura financiera, es de locos embarcarse en una estrategia basada en la guerra de precios).

Como vemos, la estrategia consiste en diseñar un modo de conseguir los objetivos de la manera más óptima y siempre basándose en el análisis de la situación.

Capítulo 13: La formulación de alternativas estratégicas

Tenemos el análisis y ahora llega el momento de definir cómo va a conseguir sus propósitos mediante la determinación de alternativas estratégicas, es decir, es hora de pensar y diseñar estrategias para alcanzar sus objetivos.

Esta parte es creativa, supone la creación de caminos coherentes hasta sus objetivos.

Para ello, primero coja un papel en blanco y empiece a anotar todas las ideas que le vengan a la mente, todas absolutamente, ponga tantas como le sea posible (a esto se llama «Tormenta de ideas») no se preocupe en un primer momento de si son aplicables o convenientes, la idea es sacar caminos potenciales para alcanzar sus propósitos. Busque todas las opciones posibles.

Cuando haya terminado, analícelas, trate de evaluarlas según estos criterios:

– ¿Hacen un buen uso de los recursos que va a tener o tiene a su disposición?

– ¿Cuáles maximizan el diferencial entre rendimiento y riesgo de su negocio?

– ¿Cuáles están más relacionadas con la evaluación de oportunidades que ha hecho antes?

– ¿Cuáles son las que se adecuan más a las necesidades de sus clientes?

– ¿Cuáles son más coherentes con su visión y misión?

– ¿Cuáles explotan sus puntos fuertes?

– ¿Cuáles explotan los puntos débiles de mi competencia?

Se le pueden ocurrir otras preguntas para evaluar sus opciones, si es así, no dude en hacérselas a las ideas que ha extraído. Una vez analizadas habrá alternativas mejores y peores, las mejores serán la materia prima para el paso siguiente.

Capítulo 14: La elección de una estrategia

Es hora de concretar nuestra estrategia.

Retome el trabajo de la entrega anterior y partiendo de él redacte una estrategia que ponga en claro y de coherencia a las opciones que ha elegido en el paso anterior.

Es hora de perfilar, de definir claramente lo que antes era un boceto. La estrategia estará bien redactada cuando todo el mundo sea capaz de comprenderla, porque eso es lo que deberán hacer aquellos que trabajen con usted, si no es así, no le servirá de nada.

Su estrategia debería contener, como mínimo:

– Una definición de los mercados, productos y servicios
– La política comercial y de precios.
– Los puntos clave de la estrategia de promoción que realizará.
– La cultura de empresa y la imagen que quiere dar.

La estrategia es un producto de todo el análisis que ha hecho antes, por ello, debe integrarse en él como una pieza perfecta, es decir, que si una debilidad era su estructura financiera porque ha tenido que pedir un gran préstamo, su estrategia comercial no podrá basarse en una guerra de precios porque en unos meses la perderá por falta de fondos.Esta estrategia determinará:

– Qué necesita para ponerla en marcha (plan de recursos materiales)

– Cuánto dinero le hará falta (plan financiero, es decir de donde, cómo y cuánto dinero deberá reunir)

– Cómo promocionará su negocio (plan de marketing, identificando los clientes objetivo, sus necesidades y las maneras de llegar a ellos y hacer que le compren, planificando la promoción, etc.)

– El personal que necesitará (plan de recursos humanos, donde establecerá el personal.

No se asuste por todo esto, no se trata de escribir un libro, sino de definir, aunque sea breve pero claramente todos esos aspectos (aunque ocupe dicha definición apenas unos párrafos, pero escríbalo, sáquelo a la luz). Todo ello se incluirá en nuestro plan puesto que, de no ser así, seremos ciegos ante puntos importantes.

Capítulo 15: El Plan de Marketing

De todo lo que hablábamos en la anterior entrega el plan de marketing suele ser una de las partes más importantes y también de las más obviadas por las pequeñas iniciativas.

Considere antes de nada lo siguiente:

– Da igual lo bueno que uno sea o lo excelente que sea el producto, si nadie lo conoce no sirve de nada, porque nadie lo comprará.

– Es necesario invertir en marketing, aunque a corto plazo parezca un gasto no lo es, es una inversión.

– Hay que tener en cuenta una ley esencial del marketing. Toda acción de marketing tendrá resultado a plazo, es decir, que será el largo plazo el que proporcione los resultados. El tiempo es algo muy importante en marketing, debe considerarse siempre que el marketing no es algo puntual sino un proceso que debe continuar y mantenerse en el tiempo.

Dicho esto se debe diseñar el marketing meditando sobre tres puntos esenciales:

– El precio. El precio es un elemento fundamental de compra y debe decidir cuál será su estrategia de precio. Además, si opta por un precio alto porque ha visto que su público es gente de alto nivel que aprecia la calidad y no le importa pagar más, toda su imagen de empresa y marketing deben estar acordes (es decir que no de la impresión de ser barato o ¿cutre¿). Sepa donde quiere posicionarse y tenga en cuenta siempre cómo lo hace la competencia.

– La promoción. Debe diseñar acciones de promoción y valorar no sólo cuánto le costarán, sino lo que obtendrá con ellas, controlar lo que obtenemos con determinadas acciones de marketing (el análisis tendrá que ser ¿a posteriori¿) ayudará a enfocar la inversión de marketing en lo más rentable. Utilice una técnica similar a la que usó para definir las alternativas estratégicas. Que sea acorde con la filosofía de empresa y su público.

– El producto. Su producto debe estar acorde con su público objetivo, su estrategia y el resto de acciones de marketing, no transmita una imagen y tenga un producto que en realidad es de otra manera.

Capítulo 16: El Plan Financiero

El Plan Financiero es la traducción en números del resto del plan. Recogida la información sobre lo que precisamos para empezar la empresa, la gente que vayamos a contratar, las previsiones de venta que hayamos realizado, etc. es hora, en esta parte del plan, de traducirlo a números para así poder ver la viabilidad del proyecto y cuáles son las previsiones.

El plan financiero suele estar compuesto de:

Plan de inversiones: se consigna todo lo necesario para empezar y cuánto cuesta (compra de ordenadores, arreglo de local, gasto de notario, etc.) y luego se especifica con qué vamos a pagarlo. Si no podemos cubrir el total necesario para empezar a rodar con los fondos propios que vamos a poner deberemos buscar financiación externa (esto es, pedir un préstamo).

Cuenta de resultados previstos: deberemos analizar por una parte los ingresos que preveemos tener y, por otro lado, los gastos necesarios de funcionamiento. Una vez todos juntos, debemos ver el resultado mes a mes durante el primer año para ir viendo el beneficio o pérdida. Igualmente debemos hacerlo para los siguientes años (acumulados por meses o trimestres durante por ejemplo los 3 primeros años) lo más normal es cerrar el primer año con pérdidas.

Balance previsional: debemos consignar cuál será nuestro balance final para cada año. Con nuestro activo, pasivo y neto.

Presupuesto de tesorería: similar a nuestro presupuesto de gastos (que realizamos para la cuenta de resultados) pero teniendo en cuenta momentos de pago, no de gasto (es decir cuando sale el dinero de nuestra cuenta, no cuando contraemos la deuda) eso permitirá controlar la tesorería, cuestión esencial en toda empresa y particularmente en las nuevas, donde es vital tener recursos líquidos y habitual que se conviertan en una cuestión delicada.

Estos elementos anteriores son básicos, pero se pueden añadir otros como un análisis del punto de equilibrio, por ejemplo.

Consejos clave:

– No es hora de ser creativo, sino serio, por ello si no se está seguro quizá sea mejor consultar a un profesional.

– Haga varios escenarios, uno pesimista, uno normal y uno optimista.

Capítulo 17: El resumen ejecutivo

El resumen ejecutivo es la última parte del plan pero la que se pone en primer lugar en el plan, por ello es esencial su realización, ya que aquellos que analicen su plan tendrán dos acciones ineludibles, primero verán su resumen y luego echarán un vistazo pormenorizado a la parte financiera. Si logra atraer la atención con estas dos partes, entonces ya se sumergirán en profundidad en los demás aspectos del plan.

Por ello, el resumen ejecutivo es una parte a ser realizada con mucho tiento y cuidado. El resumen ejecutivo pretende, en un par de páginas a lo sumo, destacar los puntos realmente importantes y las conclusiones esenciales.

Diga de manera concisa y segura lo que quieren oír los que lean su plan, esto es: a qué se dedica el negocio, a qué mercado está orientado, cuáles son las ventajas y qué piensa obtener (consigne las cifras importantes definiendo bien tanto el momento en el que espera obtener beneficio como la cantidad en la que, más o menos, espera establecerse tras un tiempo, o el ritmo de crecimiento anual¿) es decir, vaya a su plan financiero y las cifras destacadas, los elementos importantes, los define ahí. Si atraen a su lector, éste irá al final del plan a ver su planificación financiera y de ahí al resto del documento.

Tenga en cuenta que su plan de negocio es un instrumento de venta, transmite su compromiso con el proyecto, por ello debe ser serio, con una presentación limpia y mínimamente profesional, con un índice y sin faltas de ortografía o tachaduras y enmiendas.

Si no es capaz de definir en dos páginas máximo los elementos de su negocio entonces el plan no habrá servido de mucho.

Recuerde. Su plan no es sólo su previsión, es su tarjeta de visita ante entidades de crédito o de subvención y un instrumento de venta.

En la siguiente y última entrega trataremos una serie de consideraciones finales.

Capítulo 18: Consideraciones finales

Llegados a este punto habrá visto que no hay soluciones estándar ni una fórmula magistral para el éxito más allá de la seriedad y el trabajo. Eso, que parece una dificultad es lo que hace grande el mundo del emprendedor.

Se ha dado un esquema para el plan de empresa, pero no es el único válido, adáptelo a su situación personal y recuerde:

– Planifique.

– Sea analítico, acostúmbrese, ante un problema o cuestión, a mirarlo desde todos los ángulos y a valorar las distintas posibilidades de afrontarlo. Pensar estratégicamente le será muy útil y no sólo para emprender.

– Sea creativo, muchas veces la mejor solución resulta la impensable.

– Entienda que hay que asumir riesgos y que se puede no acertar. Es parte de la vida, caer y levantarse es la dinámica del verdadero aprendizaje y aquel que dice acertar siempre además de ser un arrogante le está engañando. Hay una frase que dice: ¿En los negocios la audacia es lo primero, lo segundo y lo tercero¿. Eso no significa que deba nadar y no preocuparse de guardar la ropa, sino entender que para saltar un barranco hay que atreverse a lanzarse. Tenga siempre un plan de contingencia, esa es la última lección para un emprendedor, prevea lo que va a hacer en el caso de que algo vaya mal (Si una acción de marketing no va bien, si no se consiguen tantos clientes como se desea¿) En el mundo de la empresa, la previsión también es lo primero, lo segundo y lo tercero. Esto no significa hacer un plan para cada cuestión, significa tener presente la posibilidad de no acertar y no apartarlo obviando pensar en ello por miedo.

– Recuerde que su vida no acabará ni empezará con su empresa, pero ponga todo su empeño y profesionalidad en ella manteniendo un equilibrio, habrá días duros, pero merecerá la pena, sin duda.

Ya sólo queda desear mucha suerte con su proyecto.

Autor: Gestión 21

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Soy un Joven emprendedor apasionado por la tecnología, la educación y los negocios. Blogger en Negocios y Emprendimiento, creador de Emprendices, Co-fundador de Net Masters y Docente de Emprendimiento.

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Comentarios (3)

Iniciar un negocio exitoso es posible, dice el dicho piensa en grande y seras grande, el tema es mantenerlo exitoso, eso se logra viendo mi competencia y las oportunidades de mercado, hay que tener una vision alcanzable

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donde y cuando se dictara este curso?

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Hola, es un curso para realizar online, solo debes hacer clic sobre cada contenido para poder realizarlo.

Saludos!

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