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Delegando Tareas

Delegar, Delegar!!! Eso siempre es difícil para alguien que busca perfección en todo lo que hace. Entonces genera un conflicto interno porque se nos olvida un detallito: Nadie es Perfecto! A veces las personas que empiezan sus negocios desde «0» tienen este conflicto porque al inicio hacen todas las tareas ellos mismos.

Sin embargo, cuando contratas personal, evalúas sus conocimientos, su actitud, sus destrezas. Especialmente, la utilidad de todos estos para tu Empresa. De ello depende obviamente el Puesto o la Asignación de Tareas.

Lo anterior, resulta totalmente inútil, si siempre sigues pensando que, si no lo haces tú, nadie más lo hará bien.  Aunque lo hagas por costumbre, es una mala costumbre que debes dejar.

Ser dueño de una Empresa no garantiza que lo sepas todo, es decir, necesitas al personal que Contratas para desempeñar todo aquello que contribuya a que tu Empresa sea funcional y exitosa. Y sobre todo, porque seguramente conoce más que tú de algunos temas específicos.

Pero si no delegas las responsabilidades propias de cada uno y no te ciñes por el Sentido Común al pedir resultados, en realidad tu personal siempre estará de más.

Al no delegar, pones en duda tu propio criterio de contratación y eso sería totalmente absurdo.

No puedes tener tu escritorio lleno de pendientes, eso te hará perder la certeza, porque no solo quedarás mal con tus clientes, proveedores y demás en cuanto al tiempo de ejecución de tareas, sino tu Empresa en general se tornará deficiente y poco efectiva.

En el libro: «INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN EMPRESARIAL. FUNDAMENTOS TEÓRICOS Y APLICACIONES PRÁCTICAS» de Pedro Rubio Domínguez, están listadas las Bases de la Delegación que él considera como importantes, con lo que yo estoy de acuerdo y que a continuación te comparto :

El empresario ha de tener presente que la función de delegar, obtener resultados y las tomas de decisiones, se basarán en tres aspectos:

  1. Delegar refuerza la influencia del Gerente.
  2. Proporciona el medio para que este Gerente desarrolle el liderazgo a través de la experiencia.
  3. Aumenta el sentido de responsabilidad del Delegado.

El empresario no puede realizar por sí solo todo el trabajo de su empresa, por tanto tienen que delegar. Algunos empresarios al sentirse imprescindibles, tienen cierta aversión a delegar.

Esto estaría justificado si no encuentra a nadie que le sustituya en ciertas tareas significativas.

Pero desde un punto de vista práctico, los empresarios deben introducir ciertos cambios en su estructura que propicie la delegación a todos los niveles.

Los trabajos que el empresario debe delegar son:

  1. Asuntos rutinarios de menor trascendencia.
  2. Aquéllos que eventualmente puedan poner a prueba la capacidad y experiencia del delegado o subordinado.
  3. Los que el delegado pueda desarrollar óptimamente o que pueda precisar un cierto grado de especialización.

Por el contrario, el empresario no debería delegar nunca:

  1. Todo su trabajo.
  2. Todos aquellos asuntos que por su trascendencia o gravedad precisen la toma de decisiones correctas.
  3. Asuntos que puedan tener ciertas repercusiones para la vida de la empresa y su continuidad.
  4. Evaluación de recompensas o castigos al personal, tanto directivo, mandos intermedios y personal de apoyo.

Como dueño y/o Gerente, debes dedicarte a tus tareas propias, expandir tu negocio, buscar oportunidades comerciales. Dedícate a planear mejoras en la calidad de tus servicios de forma coherente.

Puedes llevar un control efectivo y acertado, pero este control nada tiene que ver con hacer el trabajo tú mismo.  Más bien tiene que ver con la evaluación constante de la eficiencia de tu personal.

Tú no estás obligado a saberlo todo, ni a hacerlo todo.  No te conviertas en un TODOLOGO.  Deja que otros te ayuden en este camino. Dos piensan mejor que uno y si son más, enfocados en un adecuado trabajo en equipo, funcionarán mucho mejor que tú solo.

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