X

¿Estás dispuesto a pagar el precio para lograr tus objetivos?

Muchas personas me escriben comentándome que desean lograr un objetivo o hacer algo con sus vidas, algo que les encanta, que les apetece mucho pero que implicaría realizar un gran sacrificio para conseguirlo. Y lo meditan y meditan una y otra vez para ver cómo salen de esa situación. ¿Te sientes identificad@?

Si te encuentras en una situación así, es importante que tengas esto en cuenta:

1. Si fuera fácil, no estarías leyendo esto.

Ya lo dicho muchas veces, las cosas pueden ser relativamente sencillas de hacer, pero no son fáciles. Si no todo el mundo tendría lo que quiere.

2. Todo requiere un sacrificio, mayor o menor, las cosas no son gratis.

Todo tiene un coste, la cuestión es si estás dispuest@ a asumirlo o no. Esa es la verdadera pregunta, ¿Estás dispuest@ a conseguir lo que quieres cueste lo que cueste?

La respuesta depende solo de ti y no hay nada mejor o peor, todo depende de tus circunstancias y prioridades ahora mismo. Quizá sí sea el momento de dar el salto ya, o quizá todavía no. Tú decides, pero no pienses que los demás conseguimos las cosas sin sacrificios porque no es así.

A veces te sale una oportunidad de trabajo buenísima, pero está muy lejos de tu familia.

A veces te surge una oportunidad en otro país, pero tu pareja no quiere ir.

A veces te surge una oportunidad de negocio, pero supondría reducir muchísimo tu calidad de vida durante un tiempo.

A veces quieres tener hijos, pero tu carrera se resentiría en este momento.

Hay muchas situaciones distintas y solo tú puedes decidir y, al contrario de lo que puedas pensar, nos pasa a todos.

En cada una de estas situaciones hay que analizar lo que de verdad quieres y el coste, las consecuencias de la decisión. Y no es válido lo que me dicen muchos: «Si supiera que lo que voy a hacer va a salir bien entonces lo haría”.

Hombre, claro, tú y todos. Pero eso no lo podemos saber de antemano, como ya he mencionado muchas veces. Hay que correr el riesgo. No puedes esperar hasta estar segura de que algo es seguro, valga la redundancia, porque estarás esperando indefinidamente. Hay momentos para correr riesgos y hay momentos para esperar. Y depende de ti, de tu carácter, de lo que quieres en la vida y, como dije antes, de tus prioridades. Probablemente no tomarías la misma decisión con 20 años y soltera, que con 37 y con dos hijos o que con 65 jubilada. Es normal.

¿Cómo decidirte entonces?

Analiza tu situación actual, tus opciones y lo que de verdad es importante para ti ahora mismo y elige. A veces puedes compaginar varias cosas, a veces no. Hay que elegir, así es la vida, ¿estás dispuesta a aceptar el sacrificio que conlleva lo que quieres? O quizá lo que quieres no lo quieres tanto…

Da igual, es tu vida y es tu decisión.

¿Qué me dices? Cuéntame en los comentarios a qué estás dispuesta para lograr lo que quieres o cómo lo has afrontado tú.

Artículos Relacionados