X

Hacia una nueva capacitación del Talento Humano en las organizaciones

Analizar los factores que influyen en que una personalidad sea mejor o peor y las consecuencias que ello tiene en el ámbito personal y laboral pueden variar dependiendo del contexto, pero en el análisis final tienen relación con los ideales que cada individuo sostiene en su enfoque sobre la vida y los cuales se pueden resumir en dos manifestaciones:

  1. Una identidad enriquecida a partir de creencias fundamentales sobre el propósito de la vida.
  2. Nociones egocéntricas y desvinculadas sobre la vida que terminan en una incongruencia biopsicosocial del individuo a lo largo del tiempo.

A partir de este fundamento, ¿cuál sería la contribución de la capacitación para orientar al individuo hacia la primera alternativa?

Primeramente la de ser una función que coadyuve a sincronizar las prioridades del factor humano con las de la organización del modo menos circunstancial y transitorio. Una capacitación humanista logra conjugar y aprovechar la experiencia de un grupo en lugar de centrarla en el conocimiento o intereses de una persona, haciendo frente a diferentes circunstancias, remitiéndose a perspectivas previamente comprendidas y recurriendo a líneas de pensamiento que han tenido resultados exitosos.

La competencia que se requiere entonces para quienes capacitan es la de abstraer tales elementos y condiciones indispensables para el éxito, a partir de numerosos avances y retrocesos anteriores, ya pertenezcan a la historia propia o a la experiencia del otro. Esta es la esencia de la ciencia del instructor como encomendado de la responsabilidad social básica de trabajar hacia una meta tan compleja, profunda e importante como la creación de valores económicos a partir de los humanos.

Capacitar es un proceso de enseñar día tras día para mejorar la efectividad de los resultados a través de la eficacia de sus métodos. Sin embargo, en ocasiones los instructores y diseñadores de los programas a menudo son presionados para “descubrir el hilo negro”, ofreciendo nuevas formas de hacer las cosas. En todo caso sería preferible reflexionar sobre las mejores prácticas y cómo pueden adaptarse a la empresa y grupo a capacitar.

La capacitación debe tener sus bases en la ciencia de la educación y estar enfocada a formar valores personales primeramente en los instructores, quienes, a su vez, guiarán al talento humano de una empresa hacia la creación de valores. Cabe precisar que «ciencia» no está empleada con el carácter de fría y clínica, sino en el contexto humanístico en el que se reconocen las necesidades de instructores y clientes por igual.

Los individuos que pueden disciplinarse a sí mismos para aprender completamente solos constituyen excepciones de poca frecuencia. En general, los educandos necesitan ser guiados y es aquí donde cobra importancia la capacitación. De esta forma, se ve obligada a convertirse en una tarea conscientemente planificada de individuos de personalidad (los instructores) quienes trabajan sobre la receptividad innata de otros (quienes se capacitan), para que estos desarrollen su personalidad y la armonicen con la de la empresa, dirigida al cumplimiento de los objetivos personales y organizacionales.

La auténtica capacitación no se produce en forma casual, es una actividad racional aplicada a la vida real y encauzada a la creación de valores, independientemente del tema en el cual verse. La creación de valores se presenta en la actualidad como una meta que merece la atención y el más serio esfuerzo de quienes nos dedicamos a la labor de capacitar, no sólo en bien de los objetivos de las organizaciones, sino en el impacto que se tiene directa e indirectamente en aquellos a quienes capacitamos. La amplitud de este tema nos ofrece material ilimitado para las ciencias educativas y representa también una convocatoria justa para la mejora continua de la sociedad como cliente final de la capacitación.

Acerca del Autor:

Este articulo fue escrito por Gabriel López Gutiérrez,
especialista en Capacitación y Desarrollo Organizacional y además catedrático de Profesional y Maestría.

Artículos Relacionados