X

La paradoja del liderazgo

“Liderar es servir, nada más y nada menos”

André Malraux, Filósofo Francés

Las personas se están auto-limitando todo el tiempo. Ya sea por una falta de auto-estima, poca seguridad en si mismas o infinidad de otras posibles razones, los seres humanos, sobre todo a medida que se hacen mayores y crece su “experiencia”, tienden a auto-limitarse, a no verse capaces o con fuerzas o a contar con las habilidades necesarias para alcanzar sus objetivos y metas. Estoy seguro de que esto es algo que a menudo verás en los equipos que intentas crear y liderar. Muy frecuentemente constatarás como te describen falsas barreras a su éxito y te relatan innumerables problemas imaginarios…

Una de tus habilidades como líder pues, es aprender a mostrar a tu gente que pueden conseguir mucho más de lo que ellos mismos creen. Demostrarles, de hecho, que ellos también pueden ser líderes un día igual que tú. Una de las razones más poderosas por las que te admirarán por tanto, es porque puedes ver su potencial, siempre ves su mejor lado y se lo muestras.

Puede que seas la primera persona en la vida de esa persona que ha creído en ella, que ha reconocido su trabajo y por tu causa, se convertirá en más capaz de lo que ella misma creía. A veces puede que tu creencia en ella le haga sentirse incómodo. Y esa incomodidad volverá cada vez que le pidas que alcance un objetivo un poco más ambicioso. Pero a ti eso no debe importarte, tu seguirás presionando con tu creencia en ella, estirándola un poco más, haciendo que crezca cada vez un poco más, como persona y como futuro líder.

Uno de los más grandes “gurús” americanos en la cuestión del liderazgo en los negocios, Robert Greenleaf desarrolló el concepto del “liderazgo sirviente”. Su argumentación, que ha sido desarrollada por infinidad de autores posteriormente, quizás el más conocido entre nosotros sea James C. Hunter con su libro «La Paradoja» (en inglés «The Servant: A Simple Story About the True Essence of Leadership») es que un líder es alguien que sirve a aquellos que le siguen, y que continúa sirviéndoles todo el camino, especialmente a través del sacar siempre lo mejor que todos llevan dentro, y negándose a aceptar sus limitaciones auto impuestas o sus auto-negaciones.

Las personas que intentas liderar puede que tengan defectos como personas, como seres humanos, pero como triunfadores desde luego que no.

Greenleaf decía, “Cualquiera puede liderar a gente perfecta –si hubiese alguna. Pero no hay gente perfecta y los padres que intentan criar hijos perfectos seguramente terminarán habiendo criado a perfectos neuróticos”

“Es parte del enigma de la naturaleza humana que la persona ‘típica’ –inmadura, insegura, inepta, perezosa- es capaz de alcanzar una gran dedicación o heroísmo si es liderada con sabiduría. El secreto de la construcción de equipos está en ser capaz de aunar a un grupo de ese tipo de personas haciendo que crezcan y se desarrollen más de lo que normalmente harían”.

Un liderazgo eficaz, inspirador, focalizado en el servicio a los demás, es un método eficaz de extraer lo mejor de otros y desarrollar grandes niveles de auto-estima. Pero el trabajo empieza en casa…Si yo soy un líder, todo comienza con mi propia auto-confianza. Los humanos encontramos mucho más fácil seguir a personas con grandes dosis de auto-confianza. Nos resulta más sencillo unirnos a un proyecto en el que la persona que nos recluta es alguien claramente segura de si misma y segura de aquello de lo que habla.

La economía mundial y en particular la de nuestro país pasan actualmente por momentos difíciles, momentos de CRISIS… Pues bien, recuerda que en toda crisis se encuentra el germen de las mayores oportunidades, oportunidades de liderar a personas capaces.

Artículos Relacionados