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La visión está en la mente, no en los ojos

Si viéramos con la mente, con el corazón, seríamos como esas personas que restauran los sueños de otros.

¿Por qué debería usted leer este artículo? ¿Le ha pasado que ha dejado de ver el bosque por concentrarse en los árboles? ¿Ha sentido que el día a día le impide ver la grandeza de la vida y de su propósito? Este artículo es para usted.

Recientemente fue mi cumpleaños y tuve el mejor regalo que pude recibir. Hice un voluntariado con un grupo de personas que han perdido la vista de adultos. Reflexionamos sobre sus negocios, sobre cómo abrir una empresa que les permitiera subsistir y agregar valor a ellos, sus familias y a Guatemala. ¡Qué lección de emprendimiento me dieron!

La mayoría de ellos son nuevos empresarios que dan masoterapia o reflexología.

Cuando hicimos una reflexión de qué en realidad vendían, sobre la esencia de su oferta de servicios, la profundidad de sus respuestas me impactó.

¿Sabe qué me contestaron que vendían? Una persona me dijo “yo vendo paz”. Otra me dijo “yo vendo amor”. Otras se sonreían y me decían “yo vendo la oportunidad que alguien conozca a Dios”.

Cerré ese taller creyendo y diciéndoles que me habían dado la más grande lección, pues la visión está en la mente, en el corazón, y no en los ojos.

¿Qué en realidad hace usted en su vida? ¿Cómo ve su trabajo? ¿Qué en realidad vende su empresa YO, S.A?

Si viéramos con la mente, con el corazón, lo mucho que podemos hacer por otros, por nuestras familias, por nuestros trabajos y por Guatemala, seríamos como esas personas, esos héroes anónimos que restauran los sueños de otros. Le invito a que se haga algunas preguntas para meditar sobre su propósito en la vida. Las tomo de mi primera obra, La travesía del empredimiento.

¿Qué le gustaría cambiar del mundo? Esta es una pregunta poderosa. ¿Cuáles son los temas en la sociedad que lo enojan? ¿Qué noticias lo incomodan? ¿Qué le gustaría cambiar en el mundo para mejorarlo? ¿Qué le gustaría hacer o lograr antes de morir? ¿Qué haría si no pudiera darse el lujo de fallar? No hay límites, usted será exitoso en lo que decida emprender. Si no tuviera miedo al fracaso, ¿Qué haría? ¿Cuál desea que sea su legado en el mundo?

Todas preguntas profundas, pero si su mente tiene clara la visión, sus ojos le verán realizarse.

Cierro con un reto al emprendedor o emprendedora que hoy lee y se agrega valor: ¿Qué está haciendo hoy para alcanzar sus sueños?

Julio Zelaya jzelaya@fabricadesuenos.net

Fuente: NegociosyLiderazgo.com.ar

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