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Planeación y Evaluación Educativa: Campos de Formación y Trabajo Profesional

¿QUÉ ES EVALUACIÓN?

Evaluación puede conceptualizarse como un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia la comprensión de los conocimientos presentes, y mediante el cual se verifican los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos anteriormente. La Evaluación adquiere sentido en la medida que comprueba la eficacia y posibilita el perfeccionamiento de la acción docente. Los profesionales de la educación comprenden que lo que en realidad prescribe y decide el factor del «que, cómo, por qué y cuándo enseñar» es la evaluación.

ORIGEN Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA

El término evaluación aparece a partir del proceso de industrialización que se produjo en Estados Unidos a principios de este siglo, que no sólo incidió y modificó su organización social y familiar, sino que obligó a los centros educativos a adaptarse a las exigencias del aparato productivo: En los primeros años de este siglo, las escuelas eran concebidas como fábricas, los estudiantes como materia prima, y los conceptos educativos de conocimiento, valores y relaciones sociales se reducían a términos de neutralidad, técnica, y a un razonamiento estricto de medios-fines.

La evaluación como: “Proceso contextualizado y sistematizado, intencionalmente diseñado y técnicamente fundamentado, de recopilación de información relevante, fiable, y válida, que permita emitir un juicio valorativo en función de los criterios previamente determinados como base para la toma de decisiones.” FERNÁNDEZ (2005)

La evaluación surge por el ámbito educativo, porque se buscaba que los estudiantes tuvieran las herramientas necesarias para tener calidad en la empresa. Estableciendo la planificación, para evaluar. El control empresarial y la evaluación escolar evolucionaron paralelamente en los momentos de su iniciación y primer desarrollo.

“Éste es el contexto en el que surge la evaluación científica en educación, dentro de un paradigma esencialmente cuantitativo y de mentalidad tecnocrática, y por el cual se va a encontrar condicionada hasta ahora”. (Casanova, 1998, p. 29)

La evaluación educativa ha ido evolucionando de acuerdo a profesionistas que van profundizando y modificándolo. Según Ralph Tyler “la evaluación consiste en la constatación de la coincidencia o no de los resultados obtenidos al final de un programa educativo con los objetivos o rendimiento que se pretendía lograr inicialmente. Por tanto, la evaluación, como el proceso que permite determinar en qué grado han sido alcanzados los objetivos educativos. El considero la evaluación como un proceso de retroalimentación del objeto evaluado.

Kemmis, S. (1986) propone que: Según el principio de la pluralidad del sistema de valores, los evaluadores deberán conocer y tener en cuenta todos los sistemas de valores en juego, ya que todos son relevantes a la hora de emitir juicios sobre una evaluación.

“Así pues, la evaluación es una actividad o proceso sistemático de identificación, recogida o tratamiento de datos sobre elementos o hechos educativos, con el objetivo de valorarlos primero y, sobre dicha valoración, tomar decisiones” (García Ramos, 1989, pp.423).

¿QUÉ ASPECTOS DEBE TENER UNA BUENA EVALUACIÓN EDUCATIVA?

  • La evaluación debe ser la base para combatir las causas de los malos resultados obtenidos y ello exige revisar el proceso, la disposición de recursos, el funcionamiento escolar, etcétera.
  • No evaluar por evaluar, sino para mejorar los programas, la organización de las tareas y la transferencia a una más eficiente selección metodológica.
  • La evaluación debe permitir la adaptación de los programas educativos a las características individuales del alumno, detectar sus puntos débiles para poder corregirlos y tener un conocimiento cabal de cada uno.
  • Evaluación implica la comparación entre los objetivos impuestos a una actividad intencional y los resultados que produce.
  • Es preciso evaluar no solamente los resultados, sino los objetivos, las condiciones, los medios, el sistema pedagógico y los diferentes medios de su puesta en acción.

CARACTERÍSTICAS DE LA EVALUACIÓN

Podemos señalar las cuatro condiciones básicas que ha de cumplir una buena evaluación:

  1. Útil
  2. Factible o viable
  3. Etica
  4. Precisa o exacta

Es necesario que los docentes pongan en marcha procedimientos y actividades de evaluación congruentes con los propósitos formativos; es bien sabido que muchas de las formas de trabajo y actividades que los profesores de educación básica ponen en práctica en el salón de clases reflejan, más que las propuestas que estudiaron, que a los que fueron sometidos durante su trayectoria escolar previa, es importante que las reflexiones y propuestas contenidas en la evaluación educativa, sean teniendo en cuenta nuestras necesidades y nuestras escuelas. Es importante recordar que varios aspectos de la experiencia española no pueden someterse al sistema educativo mexicano debido a que nuestro país es muy distinto a otros y tiene necesidades que otros países no, por lo cual se debe analizar el desarrollo y resultados que repercutirán directamente a las condiciones sociales en las que se vive y los algunos cambios que se experimenten trascenderán a un futuro.

TIPOLOGÍA DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA

Esta clasificación atiende a diferentes criterios. Por tanto, se emplean uno u otro en función del propósito de la evaluación.

TIPOS DE EVALUACIÓN INSTITUCIONAL

Función formativa: la evaluación se utiliza preferentemente como estrategia de mejora y para ajustar sobre la marcha, los procesos educativos de cara a conseguir las metas u objetivos previstos. Es la más apropiada para la evaluación de procesos, aunque también es formativa la evaluación de productos educativos, siempre que sus resultados se empleen para la mejor de los mismos. Suele identificarse con la evaluación continua.

Función sumativa: suele aplicarse más en la evaluación de productos, es decir, de procesos terminados, con realizaciones precisas y valorables. Con la evaluación no se pretende modificar, ajustar o mejorar el objeto de la evaluación, sino simplemente determinar su valía, en función del empleo que se desea hacer del mismo posteriormente.

Evaluación global: se pretende abarcar todos los componentes o dimensiones del alumno, del centro educativo, del programa, etc. Se considera el objeto de la evaluación de un modo holístico, como una totalidad interactuante, en la que cualquier modificación en uno de sus componentes o dimensiones tiene consecuencias en el resto. Con este tipo de evaluación, la comprensión de la realidad evaluada aumenta, pero no siempre es necesaria o posible. El modelo más conocido es el CIPP de Stufflebeam.

Evaluación parcial: pretende el estudio o valoración de determinados componentes o dimensiones de un centro, de un programa educativo, de rendimiento de un alumno, etc.

Evaluación interna: es aquella que es llevada a cabo y promovida por los propios integrantes de un centro, un programa educativo, etc. A su vez, la evaluación interna ofrece diversas alternativas de realización: autoevaluación, heteroevaluación y coevaluación. * Autoevaluación: los evaluadores evalúan su propio trabajo (un alumno su rendimiento, un centro o programa su propio funcionamiento, etc). Los roles de evaluador y evaluado coinciden en las mismas personas. * Heteroevaluación: evalúan una actividad, objeto o producto, evaluadores distintos a las personas evaluadas (el Consejo Escolar al Claustro de profesores, un profesor a sus alumnos, etc.) * Coevaluación: es aquella en la que unos sujetos o grupos se evalúan mutuamente (alumnos y profesores mutuamente, unos y otros equipos docentes, el equipo directivo al Consejo Escolar y viceversa). Evaluadores y evaluados intercambian su papel alternativamente. b) Evaluación externa: se da cuando agentes no integrantes de un centro escolar o de un programa evalúan su funcionamiento. Suele ser el caso de la «evaluación de expertos». Estos evaluadores pueden ser inspectores de evaluación, miembros de la Administración, investigadores, equipos de apoyo a la escuela, etc. Estos dos tipos de evaluación son muy necesarios y se complementan mutuamente. En el caso de la evaluación de centro, sobre todo, se están extendiendo la figura del «asesor externo», que permite que el propio centro o

Evaluación inicial: se realiza al comienzo del curso académico, de la implantación de un programa educativo, del funcionamiento de una institución escolar, etc. Consiste en la recogida de datos en la situación de partida. Es imprescindible para iniciar cualquier cambio educativo, para decidir los objetivos que se pueden y deben conseguir y también para valorar si al final de un proceso, los resultados son satisfactorios o insatisfactorios.

Evaluación procesual: consiste en la valoración a través de la recogida continua y sistemática de datos, del funcionamiento de un centro, de un programa educativo, del proceso de aprendizaje de un alumno, de la eficacia de un profesor, etc. a lo largo del periodo de tiempo fijado para la consecución de unas metas u objetivos. La evaluación procesual es de gran importancia dentro de una concepción formativa de la evaluación, porque permite tomar decisiones de mejora sobre la marcha.

Evaluación final: consiste en la recogida y valoración de unos datos al finalizar un periodo de tiempo previsto para la realización de un aprendizaje, un programa, un trabajo, un curso escolar, etc. o para la consecución de unos objetivos.

Referencia o evaluación normativa: El referente de comparación es el nivel general de un grupo normativo determinado (otros alumnos, centros, programas o profesores). Lo correcto es conjugar siempre ambos criterios para realizar una valoración adecuada, aunque en el caso de la evaluación de alumnos, nos parece siempre más apropiada la evaluación que emplea la función autorreferencial o la evaluación critica. El empleo de uno u otro tipo de evaluación dependerá siempre de los propósitos de la evaluación y de su adecuación al objeto de nuestra evaluación.

ÁMBITOS DE DESARROLLO DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA

1. Evaluación de los aprendizajes. Centrada en la evaluación de todo aquello que sucede en el aula, centradas en estrategias metodológicas de aprendizaje. Cuenta con una gran variedad de estrategias, instrumentos y herramientas para consignar el rendimiento o el alcance de diferentes tipos de aprendizaje.

2. Evaluación de las instituciones. Evaluación de la institución escolar, a partir de estrategias metodológicas que consideran a un centro como forma particular de institución. Requiere de una definición exacta de los propósitos, alcances y limitaciones de la propia institución, como de conocer quiénes son los responsables de la evaluación, y quiénes intervienen de uno u otro modo.

3. Evaluación de los programas y proyectos. Evaluación de programas y proyectos realizados. Se trata de precisar cuáles o cuál serán los ejes centrales de la evaluación del proyecto, programa o política; el diseño, la ejecución y la gestión, los resultados…

4. Evaluación del sistema educativo. Es el ámbito más amplio posible. Se refiere a la búsqueda de respuestas sobre el funcionamiento, la totalidad o un segmento del sistema educativo en sus conjuntos. Los requerimientos metodológicos son complejos e implican las decisiones sobre el alcance y los propósitos de la evaluación.

EVALUACIÓN EDUCATIVA INSTITUCIONAL

La evaluación institucional) debe poseer la característica de ser permanente e integrador. Permanente, porque debe llevarse a cabo en todo momento y no tener un fin, e integrador porque «La evaluación no es un apéndice agregado a los procesos educativos, sino que por su papel orientador de planificadores, directivos, docentes y alum-nos debe asumir el carácter de una actividad sistémica, plenamente integrada con la función educativa y que por tales razones debe ser continua y no meramente episódica.»

La concepción que tenemos de la evaluación institucional ha evolucionado sin cesar, particularmente en el curso de los 30 o 40 últimos años.  La misma se explica en gran parte por los cambios ocurridos en  la universidad en lo que concierne a sus orientaciones, su organización interna y sus relaciones con la sociedad. Evaluar la universidad quiere decir emitir un juicio de valor a propósito de la pertinencia y la razón de ser de sus objetivos, su grado de cumplimiento y la forma en que han sido alcanzados. Evidentemente, todo eso no es nada simple. Ni especialistas en evaluación y ni los mismos representantes del medio universitario han logrado ponerse de acuerdo sobre la manera de proceder.

CONCLUSIÓN:

La evaluación, al representar los objetivos de la educación, determina, en gran medida lo que los alumnos aprenden y cómo lo aprenden, lo que los profesores enseñan y cómo lo enseñan. la evaluación cobra cada día mayor importancia, pues es componente fundamental de los procesos de reforma que tienen, como propósito central, mejorar la calidad de la educación. Uno de los objetivos prioritarios de los alumnos es satisfacer las exigencias de los «exámenes». La evaluación, puede resultar interesante para comprender la situación presente y para superar los fallos que se han venido arrastrando a lo largo del tiempo, a la vez que resulten útiles para formular una propuesta válida de evaluación de los procesos educativos, que conjugue todas las exigencias que requiere su aplicación rigurosa y objetiva.

OPINIÓN DE LO INVESTIGADO:

La evaluación es necesaria tanto en el ámbito educativo como institucional de escuelas e incluso empresas, para conocer los ámbitos en los que se está logrando un objetivo en específico, en caso de la educación, conocer los conocimientos significativos adquiridos por los alumnos a lo largo de una unidad, en caso de no lograrse lo esperado por medio de la evaluación se partirá para mejorar o reforzar los medios de enseñanza, pero esto requiere de que se tomen en consideración las capacidades de los alumnos y sus necesidades.

BIBLIOGRAFIAS:

  • PEREZ JUSTE, Ramón y GARCIA     RAMOS, José Manuel, (1989), Diagnóstico evaluación y toma   de decisiones. Madrid, PP.423
  • GARCIA RAMOS, J.M. (1989): Bases pedagógicas de la evaluación, Madrid: Síntesis.
  • CASANOVA ANTONIA, (1998), Evaluación educativa, escuela básica, México, pp. 25-30

Acerca del autor: Este artículo fue escrito por De Los Santos Arenas Carmen.

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