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¿Quieres ser coach? 3 Claves que te ayudarán a ser un buen coach

El coaching como disciplina ha tomado gran importancia y popularidad en los últimos tiempos. En mi opinión está muy relacionado con ciertas características de la era en la que estamos viviendo. Por un lado, una era donde, como te digo siempre, puedes tener acceso a mucha información y la complejidad radica en poder aplicarla. A veces tienes dudas de qué hacer, a veces directamente no sabes cómo comenzar, puedes tener miedo de dar un paso o dudas sobre tu propio potencial. Puede que algunas creencias que tengas te estén limitando o directamente no sepas cómo manejar una situación.

Por otro lado, también una era donde muchas personas (sin importar la generación a la que pertenecen – es decir, no es algo que se limite sólo a la generación Y) buscan mejorar su calidad de vida. Esto puede significar desde tener una vida menos estresante y más saludable, poner más atención a la espiritualidad, mejorar tu autoestima, lograr metas profesionales, vivir de tu profesión, tener un negocio propio, ser tu propio jefe, mejorar tu desempeño profesional o aprender a venderte mejor, lograr un ascenso, cambiar de trabajo, mejorar la relación con tu pareja, aprender a educar diferente a los hijos, y mucho más. La lista es infinita, y detrás de la gran mayoría de todas estas opciones, normalmente hay un coach.

¿Es este tu caso? ¿Quieres ser un coach y ayudar a otros a transformar su vida, su carrera, su pareja, sus relaciones, su trabajo y más? Bienvenido a un nuevo artículo de mi serie! Mi nombre es Gabriela Turiano y soy especialista en Marketing & Negocios Profesionales. Si has contestado que si, entonces estas 3 claves te ayudarán a ir moldeando tu personalidad y tu estilo para poder ayudar a otros y convertirte en un excelente coach.

Clave#1 – Un buen coach es un excelente preguntador

Una de las mejores herramientas con las que cuenta un coach es saber preguntar. ¿Por qué es esto? Porque la mayoría de las veces, el coachee o cliente tiene las respuestas dentro suyo. A lo mejor, por ejemplo en mi caso, no voy a preguntarle a uno de mis clientes “¿Qué estrategias vas a utilizar para hacer marketing para tu negocio?” porque esta pregunta apunta a un conocimiento que habitualmente no tiene aún. Pero sí es una buena pregunta para hacer, por ejemplo, “¿Qué estás dispuesto a arriesgar, qué actividades no estás dispuesto a hacer y cuáles sí, para lograr promocionar tu negocio?”.

El complemento de esta poderosa herramienta es la capacidad de escucha. Si haces unas excelentes preguntas pero luego estás más pendiente de lo que tú piensas que tu cliente contestará que lo que efectivamente responde, entonces realmente la herramienta no resulta ser tan poderosa como podría serlo. La capacidad de escucha es algo más que guardar silencio cuando tu cliente habla, pero no te preocupes, esto se entrena y lo primero que necesitas es, además de guardar silencio, estar 100% presente y atento a lo que tu cliente está diciendo.

Clave#2 – Un buen coach cree en el potencial de su cliente

Uno de los fundamentos del coaching es que ayuda al cliente a descubrir y alcanzar su potencial. Y esto realmente no es posible si tú, como coach, “compras” el discurso derrotista que puede exponer tu cliente. Un buen coach cree en el potencial de su cliente, más allá de las propias dudas, bloqueos y miedos que el cliente pueda experimentar (que además, es sumamente normal, sino probablemente no necesitara un coach).

Por eso, y aquí una opinión híper personal, está perfectamente bien que el coach elija con quién trabaja, quién es su cliente, y especialmente con qué áreas de su vida, trabajo, carrera, relaciones, etc. lo va a ayudar. Cuando yo decido trabajar con un cliente (y esta decisión es tan importante como que un cliente decida elegirme a mí como coach) confío en él/ella, en lo que puede lograr y en los resultados que va a obtener. Más allá de que el camino nunca es color de rosa, hay miedos, hay angustias, hay mucho trabajo (nunca hay fórmulas mágicas), hay tiempo y paciencia para transitar ese camino, yo no tengo dudas de que mi cliente va a lograrlo.

Ahora bien, es probable que tengas esta habilidad innata pero si no es así, no te preocupes, es algo que se entrena y se adquiere con el tiempo. Mientras tanto, confía en tus instintos y si notas que no vas a poder comprometerte completamente con un cliente, hazte y hazle un favor, y declínalo como cliente.

Clave#3 – Un buen coach nunca deja de formarse

Siempre insisto en este punto, la formación no es sólo el conocimiento que puedes obtener con un título universitario, un posgrado, etc. Hoy en día, es terriblemente amplia la oferta de entrenamientos y capacitaciones que puedes obtener fuera de la educación formal. Esto no significa que compres cualquier cursito de dudosa reputación. Elige, selecciona, descubre qué es lo mejor para ti, y hazlo. No te conformes con lo que ya sabes, con lo que ya eres. Tú también tienes un potencial para desarrollar y si tienes un coach o mentor o formador, es probable que puedas alcanzarlo más rápidamente que si lo intentas solo por más que ya seas coach y conozcas muchas de las herramientas para lograrlo.

Ahora cuéntame, si ya eres coach, ¿Qué otras claves consideras que son importantes para convertirte cada día en un mejor coach?. Si no eres aún coach, ¿Cuáles son las habilidades y capacidades que ya tienes y que podrían ayudarte a edificar un excelente perfil como coach? Me encantaría que me cuentes tu opinión, y si tienes alguna duda respecto a este artículo y quieres, también puedes preguntarme y aprovecharé la ocasión para responderte.

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