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Recursos humanos felices = productividad laboral = satisfacción del cliente

Cómo mejorar la productividad laboral y la satisfacción al cliente. En momentos con escases de recursos humanos capacitados y amenazas de caída en el consumo, vale la pena considerar este tema.

 En muchos negocios el estado de ánimo del empleado influye en la calidad final de producto o servicio, y en todas las empresas el mal humor del personal afecta la productividad. Desde ya que no se puede actuar sobre todo lo que le pasa a una persona, pero por lo menos teneos que esforzarnos en promover un clima laboral agradable y motivar a los empleados.

Una herramienta muy útil en este sentido es la Reorganización pro Mercado (RPM). La misma analiza las actividades de la empresa y las relaciona con la generación de valor para el consumidor. Como resultado se detectan tareas innecesarias a eliminar y se focaliza el tiempo del personal en aquellas que son más apreciadas por el cliente. Al final del proceso el empleado tiene una mejor idea del beneficio de su trabajo para el público y se siente más orgulloso de su tarea. Este es un buen sistema de motivación laboral.

En una pyme industrial, expliqué al responsable de limpiar el piso y las máquinas cómo su tarea evitaba la contaminación de los productos, mejorando su calidad y alargando su vida útil. Estas palabras, junto a un proceso previo para ganar su confianza, cambiaron su actitud hacia el trabajo que realizaba, aumentó su productividad y facilitó su relación con otros operarios.

Otro beneficio es la mejor coordinación de las tareas. El RPM hace un análisis sistémico, considerando cómo las distintas tareas se relacionan y se potencian. El resultado final es una organización con alto índice de sinergia. A su vez reduce el nivel de fricción  entre áreas o empleados, cooperando con la generación de un buen ambiente laboral.

En una pyme, a pesar de ser pocos y trabajar en un mismo espacio, existía una falta total de comunicación entre sectores y ante un problema se culpaban uno a otros. Luego de aplicar esta técnica se les demostró a los empleados cómo se relacionaban sus tareas y los beneficios de trabajar en equipo. Con el tiempo desparecieron las excusas y se mejoró la relación entre sectores, con un incremento en la productividad de los recursos humanos.

Estas técnicas son mejores que muchos planes o programas de incentivos laborales basados en el dinero, pues apela al orgullo y mejora el ambiente de trabajo. Además, los incentivos no económicos son más sustentables en el tiempo y más valorados por el personal.

Si aplicamos el Marketing Relacional Integral, se puede estudiar cómo se vicula cada empleado de la firma con el cliente. Esto permite mejorar la interacción entre los representantes de la empresa y el público en general. Como  consecuencia, son menos los malos entendidos y momentos álgidos, protegiendo la imagen corporativa y reduciendo el estress del personal.

En resumen tenemos reducción de costos, mejora de la productividad, incremento del valor percibido por el consumidor (mayores precios y retención de clientes), un ambiente laboral más agradable y empleados más motivados. ¡Parece mentira – imposible! La verdad que no es fácil pero se puede. Lleva tiempo y trabajo, más o menos dependiendo del punto de partida. Pero es posible y se puede convertir en una ventaja competitiva ¿Por qué no intentarlo? Si logran llegar hasta la mitad de camino, habrán recuperado la inversión en pocos meses y con creces.

¿Qué ha estado haciendo Ud. últimamente para mejorar la rentabilidad de sus recursos humanos? 

AutorPablo Abram, Constructor de Identidad Corporativa  Competitiva    @pabloabram

Ingeniero Industrial- MBA  especializado en Marketing – Consultor de Empresas

Si desea hacer una pregunta al autor escribir a infopac@paconsultores.com.ar

 

Temas: recursos humanos, incentivos,  gestión, motivación, laboral, clima, mejora, continua, reorganización, empresas, pymes, personal, empleados, ventajas competitivas, retención

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