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5 Cosas que he aprendido creando mi primera startup

Hace un año empecé la aventura más emocionante de mi vida: crear mi empresa. Junto con mi hermano Eduardo, creé mi primera startup, MasCupon, en Valencia. Doce meses después aquí estamos, dirigiendo un equipo de seis jóvenes y disfrutando cada día de esta experiencia. He aprendido más en este último año que en toda mi vida. Pero no es nada fácil: quiero compartir con vosotros 5 de las mayores lecciones que he aprendido montando mi primera startup.

1– La burocracia un reto de cada día

De todas las cosas que me daban miedo al tomar la decisión de emprender, la parte administrativa no era una de ellas. Sin embargo crear mi empresa legalmente, es decir preparar los papeles, presentar mi solicitud, gestionar los administrativos es casi lo más complicado de todo el proceso. Cuando empecé no estaba acostumbrado a gestionar tantos asuntos administrativos y la burocracia española me pareció especialmente complicada. Durante varias semanas tuve que ir de oficina en oficina, corriendo por toda la ciudad de Valencia, simplemente para crear la empresa: no habíamos empezado oficialmente pero ya teníamos la impresión de subir una montaña.

Empezar a contratar a empleados también es una aventura. Empezamos a buscar ingenieros para montar la plataforma y encontramos nuestro segundo problema administrativo: ¿cómo se contrata a gente? Parece ridículo pero si nunca lo has hecho te das cuenta que no es nada intuitivo. Soy ingeniero financiero de formación así que tener que entender los diferentes contratos laborables en España y elegir el adecuado me resultó asombroso.

Así que mi primer consejo para los futuros emprendedores es, antes de empezar cualquier trámite, contratar una gestoría o algún tipo de consejero administrativo. Ahorrarás mucho tiempo y energía.

2– Gestionar un equipo es lo mejor y lo peor de la experiencia

Cuando tomas la decisión de contratar a un equipo para ayudarte a dar forma a tu negocio, muchas cosas pasan por tu cabeza. Tener una empresa es como ser padre y elegir a tus empleados es elegir quién va a ayudarte a criar a tu niño.

¿Cómo sabes si un candidato es realmente bueno? ¿Cómo saber si van a encajar con tu mentalidad? ¿Cómo saber si tienen el coraje necesario para trabajar en una startup?

La verdad es que no hay manera de saberlo hasta después de unas semanas de trabajo. Personalmente tuve mucha suerte montando mi equipo; gracias a las ayudas del gobierno español pude contratar a cuatro jóvenes motivados y cualificados para arrancar el negocio, luego dos más para lanzar la estrategia de marketing.

Sin embargo no es nada fácil: una startup no tiene mucho dinero y las negociaciones son muy cortas. No sólo es el candidato quién tiene que convencernos que será bueno para el puesto, sino que nosotros también tenemos que convencerle que trabajar en una startup es emocionante. La vida en una startup implica trabajar mucho y ganar poco, por lo menos al principio. Mucha gente huye del riesgo, prefiere estabilidad y certeza. Otro secreto que aprendí este año: aunque no sean socios, los empleados de una startup tienen que ser ellos mismos emprendedores, sin duda. Una startup no tiene ni horarios fijos, ni departamento de recursos humanos, ni siquiera vista al futuro de más de unos meses. Tanto tú como tus empleados tienen que tener eso bien claro antes de firmar cualquier contrato.

En una startup el equipo se transforma en una familia. Somos pocos trabajando muy cercanos y hay que aprender a confiar en las decisiones de otros para no volverse locos. Un problema que tuve al principio por ejemplo es el “micro-management”. Un jefe tiene que aprender a delegar cuanto antes mejor, pero hay más que suficiente trabajo para que tenga que preocuparse del trabajo de los demás. Empecé a delegar primero a mi hermano, y más tarde a mis empleados. Ahora tengo un jefe de ingeniería, una jefa de marketing y mi hermano, jefe de operaciones. Así puedo concentrarme en mis propias tareas.

Mi segundo consejo es aprovecharse de esa familia que vas construyendo. Evidentemente los primeros contratos que les propondrás tienen que ser de unos meses, pero en cuanto puedas aconsejo que propongas contratos indefinidos. No hay nada peor que una startup que cambia de miembros cada pocos meses.

3– Ser perfeccionista no siempre es una virtud

Soy muy perfeccionista. He trabajado muchos años en un fondo de inversión donde un pequeño error podía costar miles de euros a mi empresa. Cuando empecé a emprender, pasé varios meses leyendo cada libro y artículo que pude encontrar sobre startups, liderazgo, SEO, etc. Mientras tanto mi hermano se puso a estudiar el mercado de los cupones y descuentos a fondo para estar listos antes de abrir la empresa. Quizás ese es el mejor consejo que puedo dar a un futuro emprendedor. Emprender es maravilloso pero es muy estresante: debes de estar bien preparado antes de lanzarte, sobre todo si piensas dejar un trabajo para abrir tu empresa. Una vez lanzado va todo muy rápido y seguirás aprendiendo todos los días, pero necesitas una base fuerte y un plan de negocio bien desarrollado para estar en un buen camino.

Sin embargo es importante saber manejar el perfeccionismo. Por ejemplo: empezamos a crear nuestra plataforma de cupones en diciembre 2013 y empezamos la estrategia de comunicación y marketing en mayo de 2014. ¿Veis algún problema en esto?

La verdad es que quería tener un producto perfecto antes de lanzarlo al público. Aprendí en seguida que nunca se llega al producto perfecto y por eso es importante recibir la opinión del cliente objetivo cuanto antes. Saca tu producto mínimo viable lo más pronto posible, aunque no sea perfecto ni bonito. Te permitirá adaptar tu plataforma, reorientar tu producto/servicio e incluso dar un giro estratégico a tiempo si fuera necesario. Puede que ahorres meses de trabajo e inversión.

4– Google es mi rey

Al abrir una empresa por internet, pensaba que un diseño bonito, funcionalidades originales y una plataforma rápida era lo más importante para tener éxito en mi negocio. Evidentemente es muy importante, pero en realidad lo más importante en una empresa web es Google. Muchos emprendedores, sobre todos lo que no tienen experiencia en el web como era mi caso, suelen dejar de lado la optimización de la página web de su empresa para los buscadores, pero quiero destacar que podrás tener la página web más “chula” del mercado y el mejor servicio del mundo, pero no generará dinero si no se encuentra en Google. Todos sabemos que hoy en día, un negocio que aparece tan sólo en la segunda página de Google no genera tráfico orgánico.

Hemos empezado nuestra estrategia SEO desde el principio y nos ha permitido aparecer muy alto en resultados de búsqueda de los SERPs. Por supuesto depende de tipo de negocio. Todas las industrias no tienen búsqueda orgánica: una cooperativa de fruta por ejemplo. En el caso de una plataforma como la nuestra, es importante que cuando el usuario teclee “código descuento eBay”, seamos los primeros en aparecer en Google.

Mi cuarto consejo para futuros emprendedores es el siguiente: antes de empezar a desarrollar una estrategia de comunicación, incluso antes de empezar a desarrollar la página web, averigua si tu empresa vivirá de búsquedas de Google y si es el caso, empezad el SEO cuanto antes.

5– Eres emprendedor de por vida

No todo el mundo es emprendedor, es cierto, pero durante este año he descubierto que los que tienen el bicho emprendedor lo tienen de por vida. Emprender ha sido la mejor decisión que he tomado y la experiencia más emocionante de mi vida. Aprendes a una velocidad sin precedente y te haces experto en materias que no hubieras imaginado. Conoces a gente fascinante a diario y te relacionas con personas de alto nivel en el mundo de los negocios. Pero sobre todo lo más increíble de esta experiencia es crear algo desde cero y verlo crecer poco a poco. Tener una empresa es como tener un niño y cada nuevo hito es más emocionante que el anterior.

Yo tengo el “bicho emprendedor” y ahora no hay vuelta atrás.

Acerca del autor: Este articulo fue escrito por Alex Sepulveda Bianco. Director de MasCupon.

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