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Las 3 cosas que necesitas para construir tu negocio ideal

¿Quisieras no solo tener un negocio «que funcione» sino que sea el negocio ideal para ti? ¿Por cómo están las cosas en tu ciudad/región/país crees que es imposible siquiera soñar con esa posibilidad?

Soy Gabriela Turiano, coach experta en Marketing & Negocios Profesionales, y en este artículo te detallo las 3 cosas que necesitas para construir tu negocio ideal.

Aclaración inicial (spoil alert!): Había escrito este artículo hace unos meses y ni siquiera había llegado a publicarlo en el blog. Sin embargo, estas últimas semanas tuve que reflotar muchísimo este conocimiento para poder aplicarlo a mí propio negocio y decidí por fin publicar este artículo, pero incluyendo algunos datos personales sobre mi propio negocio. Espero que te ayuden también con el tuyo. Si quieres luego me cuentas en los comentarios.

¿Cómo construir tu negocio ideal? Necesitas 3 cosas

Imagino que algunas personas podrían leer este título y pensar… “Si, claro. Negocio ideal. Con lo difícil que está todo, con las cuentas que hay que pagar, con el mercado saturado, los clientes que no quieren pagar, que no te valoran, la competencia rematando sus precios, etc y etc”. Espero que tú no seas de estos, pero por si acaso es así, igual no dejes de leer este artículo, quien sabe, algo te sorprenda.

La vida no es color de rosa, y un negocio no es color de rosa. De hecho, una estadística que muchas veces comparto contigo dice que el 75-80% de los negocios no superan su segundo año de vida. Así que está más que claro que los comienzos son difíciles y determinantes.

Sin embargo, construir “un negocio ideal” es posible y totalmente viable para ti y para cualquier persona que lo desee. Miles de personas ahí afuera ya están viviendo de su profesión y han construido con ella un negocio ideal. ¿Por qué tú no vas a poder construir tu negocio ideal? ¿Por qué vas a conformarte con uno que simplemente funcione?

Hay 3 razones por las que no podrías construir un negocio ideal y son estas:

1) En primer lugar, que pienses que no es posible construir un negocio ideal. Bueno, si estás en este grupo, no hay mucho que pueda hacer por ti, porque estás convencido de que no es posible. Que estás aquí para vivir con lo justo, que el mercado no da para más y no hay nada que puedas hacer para mejorar, que esto puede funcionar con otro tipo de negocios, o en otro país, y un largo grupo de “etc” que sólo te bloquean y te dicen “no hay nada que hacer”. Y no, si piensas así no hay nada que hacer…

2) En segundo lugar, si no estás dispuesto a hacer lo que hace falta hacer para tener un negocio ideal. Y no, no necesitas capital para invertir, ni que el día tenga 28 horas laborables, ni un socio con conocimiento, ni contratarme a mí ni a nadie. Lo que necesitas es estar dispuesto a salir de esa silla en la que te has acomodado y estar dispuesto a hacer cosas diferentes, a probar nuevas teorías, a cuestionar lo que hoy haces y lo que siempre has hecho. A mover “tu humanidad” y salir de tu zona de confort. Si no lo haces, y no. No vas a poder construir un negocio ideal.

3) Y finalmente, si no sabes qué necesitas para construir un negocio ideal. Si estás en este grupo, felicidades. En los 5 minutos que te tome leer lo que resta de este artículo (y siempre y cuando pongas en práctica lo que aprendas – porque tampoco es que van a venir los reyes magos esta seman, no?) vas a estar en camino a construir tu negocio ideal.

Así que, sin fórmulas instantáneas, magia, ni resultados de 24 horas, esto es lo que necesitas para comenzar – AHORA MISMO – a construir tu negocio ideal.

Clave # 1 – Define qué quieres expresar de ti mismo en tu negocio y cómo quieres que combine con tu estilo de vida.

Un negocio ideal y exitoso (porque apuesto que sino no sería ideal para ti) es simplemente la mejor expresión de ti mismo, de tus talentos, habilidades, fortalezas, de tus conocimientos y tu experiencia, en un formato rentable.

Si sólo te enfocas en tener un negocio rentable, ok, tendrás clientes, ingresos, servicios, colegas. Pero no sentirás pasión, realización, disfrute en trabajar, en llevar adelante tu negocio. Ante la primer dificultad [porque que tengas un negocio ideal no significa que todo sea color de rosas!!] te enfermas, te frustras, aborreces lo que haces, y te enfocas más en el problema que en la solución. Te descargas de energía positiva, y te cargas de ira y de decepción. Pero bueno, gajes del oficio dirá alguno, ¿verdad? Es lo que hay. Es un negocio, no un deseo hecho realidad. Si hoy sientes que esto es todo lo que necesitas y lo que te quieres permitir, está bien. Hoy no quieres hacer el esfuerzo por ir más adentro y reflexionar para tener un negocio rentable pero también ideal para ti, está bien. No pasa nada. Es tu decisión hoy. Y más adelante puedes cambiar de opinión (o no).

Pero si quieres construir un negocio ideal, que conecte con tu personalidad y combine perfecto con tu estilo de vida ideal, puedes seguir avanzando.

¿Cómo lo puedes llevar a la práctica?

Voy a incluirte dos tareas que requieren que pienses en lo que quieres. Sí, imprescindible. Se trata de tu negocio, no el de alguien más. No importa en este punto si el mercado dice tal o cual cosa, si tu potencial cliente va a pagar o no. No importa nada. Excepto, qué es lo que quieres.

La primer tarea está relacionado con el “hacer”. Con esas cosas que te encantaría hacer, llevar a la práctica, realizar. La segunda está relacionada con “cómo lo vives”. Tus valores y tu estilo de vida están presentes en esta última. ¡Adelante!

Tarea 1) Haz una lista de las “cosas” que disfrutas hacer, las que te cargan de energía, las que te hacen sentir vivo. Aquellas actividades que cuando las realizas se te pasa el tiempo volando (no porque te absorbe como una caja boba cuando miras TV sino porque pierdes la noción del tiempo de lo entretenido que estás), no te cansas, te levantas por la mañana entusiasmado porque tienes que hacerlas.

Opcional para ayudarte: si te cuesta hacer este ejercicio, empieza por hacer una lista de las cosas que NO te gustan hacer, las que detestas, que te aburren, te quitan la energía y te fastidian. Y en cuanto tengas esa lista, inmediatamente encuentra su opuesto. Por cada una que aborreces, cuál es la que te fascina.

Mi propia experiencia: la primera vez que hice este ejercicio fue en el 2009. Luego lo dormí en un cuaderno (mi vida laboral pasaba por otro lado) y lo volví a hacer en 2012 (sin ver el anterior) cuando de verdad me puse seriamente a “planear” mi negocio. Idénticos. Ahora, de nuevo, han pasado unos cuantos años y me puedo dar el lujo de decir que por fin todo eso está incluido en mi negocio. Pero no es casualidad. Yo lo puse allí. Algunos ejemplos para que lo veas tú mismo: “enseñar/entrenar, compartir experiencias, transmitir conocimientos; ayudar a pensar/analizar/reflexionar/diseñar; determinar objetivos, planear, organizar, qué es importante, miedos, riesgos; escribir, crear, diseñar cosas nuevas”.

Tarea 2) Define tu propio estilo de vida ideal. Esta parte del ejercicio la incorporé recientemente, y es que es muy fácil equivocar el camino y vivir la vida de otros. Hoy en día todos “consumimos” vida y negocio de personas a quienes admiramos o son para nosotros “luces de guía”. Eso es genial! Pero nunca pero nunca debes olvidar que tu vida es tuya y entonces debes “adaptar” eso que te encanta de las personas a quienes sigues, a tu propio estilo de vida. En la versión “negocios” esto es armar un modelo de negocio que vaya bien con tu estilo de vida (que es lo que te enseño a hacer en la clave #2).

Opcional para ayudarte: De nuevo, si te resulta difícil o extraño comenzar este ejercicio, empieza por decir lo que no quieres y verás qué pronto avanzas.

Un par de ejemplos de mi propia vida y negocio: antes de ser independiente tenía un fabuloso trabajo (el que siempre había querido tener y por el que había hecho carrera por muchos años) pero muy estresante y trabajaba muchísimas horas por día. Así que cuando decidí ser independiente me prometí dos cosas: no volver a trabajar 14 horas por día y huir del estilo “trabajo bajo presión”. Así me va muy bien pero cuando hace un par de semanas me embarqué en un proyecto un poco complicado y evidentemente subestimé estos “valores”, toda mi vida se puso en jaque y la empecé a pasar muy mal. Hasta que decidí “soltarlo” y volver al estilo de vida que deseo y en el que funciona toda mi vida hoy. Ese es el punto. Cuando realmente empiezas a fluir y a vivir un estilo de vida propio, si haces algo que lo perturba, todo tu cuerpo y tu “mundo” empieza a enviarte alertas de que estás por el camino equivocado.

Otros ejemplos que complementan mi estilo de vida ideal: no me gusta madrugar; me gusta trabajar desde mi casa; no me gusta salir en días de lluvia o mucho frío; . ¿Te parecen tonterías? Ese es el punto. La vida de muchas personas es miserable no porque haya un problema supremo sino porque está llena de pequeñas molestias (como lo menciona Talane Miedaner en su fantástico libro “Coaching para el éxito”).

No me gusta sentirme atada, presionada. No me gusta que me digan lo que tengo que hacer, Amo la libertad y la flexibilidad que me permiten disfrutar al máximo de mi negocio, mi familia y de mí misma.

Soy muy ordenada/organizada pero siempre tengo mil ideas fluyendo. Soy muy creativa y me encanta crear y construir “cosas” nuevas todo el tiempo (por ejemplo ebooks, entrenamientos, cursos, etc, no estoy hablando de construir cosas tangibles Si tuviera que hacer lo mismo día tras día no estaría para nada feliz!!!

Me gusta sacarle el máximo provecho a todo lo que hago, no me gusta perder tiempo. Soy muy trabajadora y dedicada, pero rindo más y estoy en mi máximo potencial cuando estoy inspirada.

Clave # 2 – Define cómo es tu negocio ideal (tu modelo de negocio)

Ahora sí, ya sabes lo que quieres y lo que no quieres. Es hora de ponerlo en práctica. Y de nuevo, aquí es imprescindible no “copiar” el modelo de otro porque puede que no combine con tu personalidad o con tu estilo de vida y entonces estarás yendo por el camino equivocado.

Cuando piensas en la casa de tus sueños, ¿Qué imaginas? ¿Dónde queda? ¿Cuántas plantas tiene? ¿Cuántas habitaciones tienes? ¿De qué color son las paredes? ¿Cuál es tu habitación favorita?

No veo por qué es tan sencillo imaginarse la casa ideal y la mayoría de las personas jamás se ponen a pensar en “su negocio ideal”. En realidad sí sé por qué. Porque muchas personas podrán imaginar su casa ideal (aún cuando aún no la puedan comprar y no tengan cómo pagarla), pero respecto a un negocio, bueno, es lo que hay, lo mejor que uno puede tener. Algo que no se elige. Que simplemente aparece y funciona, y ya.

Y esa es la razón fundamental por la que no tienes un negocio “ideal”. Porque no te esfuerzas en tenerlo, y básicamente, porque ni siquiera sabes cómo tendría que ser tu negocio ideal.

¿Dónde quieres trabajar? ¿En casa o en una oficina? ¿Solo y concentrado, o con otros colegas y co-workers? ¿En qué horario quieres trabajar? ¿Tendrás días sólo para trabajar y otros días libres, o prefieres intercalar actividades recreativas y de esparcimiento en medio de tus jornadas de trabajo? ¿Con qué tipo de personas quieres trabajar? ¿Quiénes serán tus clientes ideales (no pienses sólo en el concepto de mercado, piensa en la persona, en cómo es, en sus cualidades personales, en lo que necesita de ti)? ¿Qué tipo de servicios o de ayuda quieres brindar a tus clientes? No importa lo que hagas hoy, no importa lo que hayas estudiado. ¿Qué es lo que quieres ayudar a otros a lograr, a conseguir? ¿Qué otras actividades quieres llevar adelante también en tu negocio? ¿Cuánto quieres ganar mensualmente en tu negocio? ¿En qué vas a gastar el dinero que ganes? No te quedes en la utopía de poner un número altísimo simplemente porque así tienes todo cubierto. ¿Cuándo te de verdad te entusiasmaría ganar y sientes que es posible aún cuando no tengas ni idea de cómo? ¿Qué cosas podrás hacer una vez que logres esos ingresos? ¿Cuánto tiempo libre gozarás cada mes?

¿Cómo lo puedes llevar a la práctica?

Tarea 3) Consíguete un cuaderno y tómate una hora de relax totalmente desconectado de la tecnología (sí, te juro que el mundo no se detendrá si pones el móvil en modo avión o dejas de chequear facebook y tus mails por una hora) y totalmente concentrado pregúntate “Ahora que sé lo que quiero, ¿cómo me gustaría llevarlo a la práctica en mi negocio? No importa lo que la sociedad dice, lo que el mercado me deja hacer o no, lo que mi pareja me habilita o me apoya – o no me apoya. Lo que mis colegas dirán de mí, lo que mis clientes dirán de mí.

Lee todas estas preguntas nuevamente y empieza a responderlas libremente. Lo que te surja. No importa si te suena loco o imposible, si no sabes de dónde viene. No importa si podrás hacerlo o no ahora. Sólo importa que te preguntes ¿Qué es lo que yo quiero?. ¿Cuál sería mi negocio ideal?

Unos cuantos ejemplos de mi propio negocio: ya te mencioné por ahí arriba que “trabajar 14 horas por día” o “trabajar bajo presión” no están incluidos en mi modelo de negocio. Tampoco lo está – un caso que es muy común en varios de mis colegas – viajar a otras ciudades o países a dictar entrenamientos o conferencias on site. Las únicas veces que tuve que hacerlo (y ni siquiera era mamá aún) el día anterior a tener que tomar un avión pasaba un domingo espantoso y me dormía llorando. No, definitivamente eso no está en mi modelo de negocio aunque muchas personas lo hacen y les va muy bien con eso, no es para mí!

Trabajo desde mi casa y 100% online (sí, y tengo clientes que viven a pocos kilómetros) y esto me permite sacar el máximo provecho de mi tiempo y disfrutar también de ser una mamá presente. Y sólo trabajo con personas que considero mi cliente ideal (desde ya!) y cuyo proyecto me entusiasma. Y no, no es que hago esto ahora. Lo hice desde el comienzo, como digo siempre, desde que tenía tanto como “cero” clientes. No se trata sólo de “ser profesional” sino de disfrutar y no morir en el intento. No es necesario.

Clave # 3 – Ahora es hora de tomar algunos riesgos y ponerte en marcha

Ni te lances del precipicio sin paracaídas, ni te quedes en casa a esperar que pase la lluvia para salir. Riesgos, sí, pero tampoco comamos vidrio.

Tienes que saber que normalmente las cosas no funcionan bien “a la primera” y que está bien cambiar de opinión, y que está bien probar y experimentar, porque de allí surgirá lo que te funcione mejor y también lo que te guste mejor. Y también está bien saber qué cosas son “no negociables” y con cuales cederás un poco hasta que sean 100% como tú quieras.

Yo empecé con un nicho de mercado, y luego de poco menos de un año cambié. Empecé con un modelo de negocio y luego lo fui modificando conforme surgieron nuevas necesidades (como la maternidad, en mi caso) y lo fui adaptando. Generé servicios que luego no me gustaron y los discontinué. Tomé decisiones que funcionaron bien enseguida. Y tomé otras que no funcionaron en absoluto. No pasa nada. La cuestión es estar en movimiento. Y también ir probando qué cosas son las que más te gustan, porque a veces desde afuera se ve de una forma, y luego “desde adentro” puedes cambiar de opinión.

¿Cómo puedes llevarlo a la práctica?

Tarea 4) Haz una lista de decisiones con las que te comprometes hoy (ni para toda la vida, pero tampoco para cambiarlas la semana próxima). Un mercado, un cliente ideal, un servicio, una estrategia de precios. Y comprométete con probar si esto es para ti, y, sino, lo cambias.

Tarea 5) Vuelve a leer todo lo que escribiste en la tarea 3 y haz una comparativa con tu negocio actual. Encuentra los “gaps” o huecos entre lo que tienes y lo que quieres.

¿Y tú qué opinas?

¿Tienes ahora un negocio ideal o sólo un negocio posible? ¿Cuáles son los tres puntos más importantes que has descubierto y que le faltan a tu negocio para estar camino a ser tu negocio ideal?

Espero tus comentarios más abajo.

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