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La gota…

el 1 marzo 2010

José es dueño de un pequeño negocio de barrio, una librería. No le va mal, pero tampoco excelente. Sobrevive.

Quiere que funcione mejor, quiere vender más, por lo cual hace más de dos años que realiza pequeñas acciones de promoción: arma ofertas de productos, promociones del tipo “2×1”, hizo un sorteo entre los clientes que compraran más de un cierto monto, ofrece servicio de delivery sin cargo para empresas…Y también realiza publicidad en pequeña escala: publica un aviso en la revista barrial, sponsorea las camisetas del club de futbol de la zona, entrega imanes, regala almanaques a fin de año.

Estas acciones le generan un pequeño salto de las ventas, pero en general, se plantea si vale la pena continuarlas, ya que los costos de realizarlas casi absorben esa diferencia, siente que “sale hecho”.

Hace un mes, una pyme del barrio, le encargó a José 100 agendas, con el desafío que debía conseguirlas de un día para otro, ya que su proveedor habitual les había fallado. José no descansó hasta conseguir varios presupuestos, negociar el precio y llegar a entregar el pedido en tiempo y forma.

la gota y el vasoA partir de ese momento, algo cambió, comenzaron a recomendarlo con otras empresas, los clientes lo felicitaban por las acciones que había estado realizando en los últimos tiempos y las ventas se incrementaron…

¿Todo este cambio se debió a la venta de 100 agendas? No, sólo fue la gota que hizo que el vaso se rebalse.

Este momento se denomina “punto de inflexión” (o punto de ruptura o “tipping point”). Es el momento a partir del cual, una tendencia, antes minoritaria, se consolida para volverse prácticamente definitiva. El término proviene del mundo de la epidemiología, e indica el momento en el cual una enfermedad, que hasta ahora sólo atacaba a unos focos aislados, se convierte en epidemia. En el caso de José, la gota que rebalsó el vaso, fue el episodio de las agendas, podría haber sido cualquier otra acción; se da por el paso del tiempo más la persistencia en las acciones realizadas…

La fórmula parece ser: esperar + insistir con coherencia

Lo interesante es la dinámica que se genera, usted realiza una acción hoy, insiste, realiza otra mañana, obtiene pequeños resultados, vuelve a insistir y va creciendo en pequeña escala. Parece que nada de lo que usted hace sirve, hasta que un día realiza una acción que hace que su negocio “explote”.

Para pensar…

¿Qué acciones está realizando en su emprendimiento para llegar al punto de inflexión? ¿Persiste con sus acciones en el tiempo?

Fuente: EscuelaParaRicos.net

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