X

Cómo levantarse temprano. Lo principal: ¡Olvídate de la fuerza de voluntad!

Levantarse temprano es la consigna: «A las 5 am en pié, un poco de ejercicio, ducha, un buen desayuno y a las 6am productivo. Mañana parte mi vida desde tempranito”. Pasan las horas acurrucado en la cama y la última mirada al despertador antes de levantarme resulta mostrar las 9 am. Otra vez esos «5 minutos más» batallan contra mi fuerza de voluntad y me he quedado dormido. ¡Debo ponerle más empeño para despertar a la otra sí o sí, campeón! (Diálogo interno de una situación bastante casual).

Te doy la bienvenida a este post dirigido a los acumuladores de mañanas y mañanas de frustraciones y promesas incumplidas. Compartiré la solución que he encontrado para levantarme temprano, tras millones de auto imposiciones épicas, tristemente fallidas a lo largo de mi vida. Me propuse durante 21 días levantarme antes de las 4:50 am, difícil tarea para alguien que normalmente se levantaba entre las 9 y 10am. Registré el proceso a diario en mi página de Facebook, La Duck Life, y hoy muestro los resultados y conclusiones.

Según los expertos, se necesitan al menos 21 días para adquirir un nuevo hábito. En mi proeza de tener que cambiar mi comportamiento, asumí que, para levantarme temprano, debía tener disciplina, pero, sobre todo, fuerza de voluntad. Luego, en mi experiencia estos días de sacrificio me di cuenta de que aquella virtud tan noble era mi peor enemigo, causante de tantos fracasos matutinos. Sí, LA FUERZA DE VOLUNTAD ES EL PEOR ENEMIGO a la hora de querer adquirir el hábito de levantarse temprano, y ahora te explico por qué.

Se puede definir la fuerza de voluntad como el modo de interrumpir nuestros procesos automáticos para ponernos en marcha de otra manera. Pero he aquí la cuestión: ES LIMITADA. Según el doctor Roy Bauneisten, investigador de la Universidad Estatal de Florida, la fuerza de voluntad depende DIRECTAMENTE de un combustible fisiológico: LA GLUCOSA EN LA SANGRE. Mientras menos glucosa, menos fuerza de voluntad.

El problema radica entonces en querer cambiar, a base de fuerza de voluntad, un proceso tan automático, como es dormir, seguir durmiendo… Y «5 minutos más»; por un acto que, para muchos como yo (hasta hace poco), es de características casi que sobrehumanas, o como mínimo, reservada solo para una élite: madrugar. Es que esta es la cuestión: recién al despertar por la mañana, nuestras reservas de glucosa, y por lo tanto de fuerza de voluntad, están al mínimo. Entonces, nuestras posibilidades de cualquier acto heroico en esas condiciones son prácticamente nulas.

Entonces, ¿Qué hacemos? La respuesta es simple: no pensar. Tomar decisiones apenas abrimos los ojos, en condiciones de somnolencia y bajos niveles de glucosa, es lo peor que podemos hacer. No hay que dar la opción a nuestro cerebro de, en ese momento, «analizar» que «hace frío, no he descansado lo suficiente… Es mejor dormir un poco más ahora y comenzar definitivamente mañana a cambiar mi hábito», pues seguro aparecen los arrepentimientos después, cuando estamos totalmente despiertos y con nuestras reservas a tope.

Por lo tanto, la solución: cambiar la estructura del entorno para poder actuar en modo PILOTO AUTOMÁTICO. Pongamos un ejemplo: si de un momento a otro decidiéramos hacer dieta, en vez de confiar en la fuerza de voluntad para resistir el impulso de comerse un buen pastel, mejor cambiemos la estructura del entorno que favorezca nuestra elección: simplemente eliminemos el pastel de nuestra nevera, así ya no tenemos alternativas sobre las que decidir, y la fuerza de voluntad casi que no estuvo presente para seguir cumpliendo nuestra meta. Luego, si quisiéramos comer pastel, habría que salir a comprarlo, y eso da pereza.

Entender esto fue lo que me hizo lograr en 10 días lo que no pude en años: levantarme antes de las 5 am, de forma automática. Solo tuve que dejar de confiar en mí fuerza de voluntad por las mañanas, para solo utilizarla en cambiar la estructura de mi entorno. Y aquí les muestro los consejos que me dio la comunidad, que me sirvieron y que puse en práctica para lograrlo:

  • Agua: Suena una simple solución, pero funciona en parte. ¡Es un recurso que hace que tu organismo al despertar te lleve directo al baño y pam! Sumas 1 punto en el camino al éxito.
  • Alarma infalible: App Alarmy (Sleep if u Can), es una alarma que funciona a base de obligar a apagarla de manera incómoda levantándose con la obligación de sacarle una foto a un lugar u objeto previamente registrado para darle fin al molesto sonido de esta.
  • Escribir: Dejar un libro de notas o coger directamente un celular y de manera automática escribir lo primero que «piensas», que en mi caso era un reporte diario en mi página de Facebook. Al terminar esta simple acción ya estoy despierto casi que sin darme cuenta, y de pasada hace que mi día empiece con más sentido.
  • Bonus 1: Motivación. De nada sirve todo lo anterior si no tienes razones de peso que te impulsen a moverte. En mi caso es La Duck Life: emprendemos desde cero, desde limpiavidrios de los semáforos hasta la pronta inauguración de nuestra primera tienda virtual. Registramos y mostramos todos los pormenores del proceso, con el objetivo de inspirar, apoyarnos de la gente y formar una gran comunidad. Esa, y mi familia, son las motivaciones que me hacen dar lo mejor de mi.
  • Bonus 2: hazlo público: El economista Dean Karlan, de Yale, concluye en sus investigaciones que la creación de incentivos y o asignación de rendición de cuentas son los aspectos más importantes para el logro de una meta. En mi caso, me premio con un buen desayuno y rindo cuentas en mi red social. Date un gusto y ponte de acuerdo con amig@s que estén pendientes de cómo vas en tu misión. Esto sin dudas te ayudará enormemente.

Esta ha sido mi experiencia y te la ofrezco con toda la intención de que te pueda ayudar. He decidido levantarme temprano y desde hoy comienzo un nuevo desafío personal: #365DíasPorSiempre. Te invito a descubrir que se puede y que sea un paso más en todos tus proyectos.

Me gustaría saber qué opinas al respecto de esta experiencia. Me gustaría que compartieses tus consejos para tener mañanas más productiva.

Mientras, ¡yo me voy a despertar!

Artículos Relacionados