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Momentos en el proceso creativo

el 16 julio 2013

Una de las competencias que tienen los emprendedores y que toda persona que quiera hacer realidad sus sueños, cristalizar sus ideas, darle forma a sus iniciativas o a sus emprendimientos, la debe considerar y desarrollar, la creatividad. Toda persona que quiera ser emprendedora, necesariamente debe abrirse paso al universo ilimitado de la creatividad.

Hay tres momentos en el proceso creativo:

  • El preámbulo
  • El momento espontaneo
  • La construcción de la idea

El preámbulo es el lapso de tiempo, pueden ser días, semanas, meses; en el cual el emprendedor se está predisponiendo al acto creativo. En este proceso preliminar se fijan unas coordenadas o parámetros que sirven para delimitar o delinear, que servirá para encausar el despliegue creativo y enfocarlo hacia el objetivo o producto imaginativo, que es el segundo, que denominamos, momento espontaneo o chispazo creativo. En el preámbulo, el emprendedor debe definir algunos factores claves:

El punto de partida es definir, lo que quiere lograr o alcanzar, para darle un formato a la idea; la génesis del proceso puede ser una necesidad a satisfacer, un problema a resolver  o una exigencia a cumplir; y esto se concibe y consigue a través del análisis inicial. En este análisis, el emprendedor dimensiona la situación, la encuadra en un esquema de causa – efecto; identifica las posibles variables que son causas y soluciones; se documenta con información pertinente, que se sustenta en hechos, datos y cifras; así como se da una implementación o preparación específica para el abordaje del problema a resolver.

proceso creativoPara usar una metáfora, este proceso es similar al que cursa una mujer en estado de embarazo; una vez que la mujer ha concebido, comienza a darse el proceso de gestación; de igual manera, cuando el emprendedor incuba un proyecto, se ha dado el primer paso, la CONCEPCION, y al socializar la idea con otros; y comenzar a darle forma y cuerpo, se está llevando a cabo, el proceso de GESTACION. En esta fase, similar a la mujer en embarazo, las personas que rodean a la madre y al padre, cumplen un papel muy importante, de aliento, estimulo, reforzamiento, incluso, hacer aportes y ayudas significativas.

Así como los padres se ilusionan y sueñan con ese bebe en camino; el emprendedor sueña con el proyecto al cual le está dando vida. Hay anhelo, amor, temor, fe, esperanza, alegría; es un conjunto de emociones que se manifiestan de manera natural. Y la persona comienza a personificar el proceso de gestación. En el caso de la mujer embarazada, es notorio en ella, el cambio que se opera a nivel físico y emocional. De forma similar, el emprendedor manifiesta los cambios que se operan en su mentalidad, lenguaje; adquiere nuevos hábitos, relaciones; sus emociones son una manifestación de la experiencia que está teniendo; de la creación de vida que se está operando en su interior, el milagro que está próximo a revelarse y darse a conocer.

En ese proceso de gestación se presentan todo tipo de situaciones, desde cambios bruscos en el comportamiento y en la emotividad; tiempos secos o estériles, en los cuales, aparentemente no se avanza en el proceso; como generación sorprendente de sucesos que indican que ya el proceso empezó en su fase de desarrollo; para el caso del emprendedor, la idea ya empezó a tomar mayor forma.  Como el nacimiento de un manantial, que en la cuenca es pequeño, pero va creciendo, hasta que esa quebradita, se va convirtiendo en algo mayor, hasta llegar a ser un rio.

Así como en el embarazo llega el momento del ALUMBRAMIENTO, cuando se da a luz; en el emprendimiento, se da el momento espontaneo o creativo. Se ha creado la vida. En la medida en que avanza el proceso, el emprendedor va comprendiendo que el momento del chispazo creativo; y es la instancia en que se da la concreción entre la idea inicial y la idea en un estado de madurez. Y se produce una experiencia catártica, en la que esa esa dinámica interior, se manifiesta, para dar a luz, el producto creativo. Siguiendo con el ejemplo de la mujer en embarazo, llega el momento en que se rompe la fuente, y comienza el trabajo de parto. Lo intangible se hace tangible; y de una manera enérgica y dramática, se da el surgimiento de la idea.  Es emotiva, y en algunos casos, en medio de sufrimientos y dolores.

Así se comporta un proceso creativo; porque se le está dando vida a un proyecto; a una idea que se concibe y que el gestor le coloca ojos, boca, cuerpo; le da forma, a vestir la idea, hasta lograr una identidad, como cuando nace una persona. La idea deja de ser etérea, y se vuelve algo más concreto; y a este hecho creativo, se le da una estructura, una estrategia; en objetivos y metas, en recursos; vincula a personas que pueden ser parte del proyecto; surge la asociatividad; y con este proyecto en común, el anhelo o la ilusión que la idea llegue a ser algo grande.

El tercer momento, dio a luz la idea, nació el proyecto, y viene otra etapa, el compromiso de llevar el proyecto a la madurez. Es un proceso de paternidad frente a la idea. Como al nacer el niño, de igual manera el emprendedor, no abandona la idea, sino que la alimenta, y a brindarle todo lo que necesita para crecer y madurar. En un principio, hay un fuerte cordón umbilical; hay una gran dependencia del proyecto al visionario, a su gestor, promotor, iniciador; pero en la medida en que el proyecto va creciendo, va ganando mayor autonomía, una vida propia; y llega el momento, en que el emprendedor, puede dejar que el proyecto siga su curso, sin que él esté presente; porque ha cumplido con su misión.

Con esta metáfora, podemos comprender el proceso de un emprendedor al poner en marcha idea. Por supuesto, que no es algo idéntico, solo semejante; ya que nunca podría compararse el milagro de la vida, con la gestión de un emprendimiento; por muy grande, importante y trascendente, nunca podría equipararse a la vida humana.  Esta metáfora nos sirve para lograr un plano o nivel de identificación, entre el proceso de concepción, gestación, nacimiento, crecimiento y desarrollo, de un proyecto de emprendimiento. Como emprendedores debemos provocar este hecho creativo; a crear condiciones para la gestación de la idea; que es un hecho prodigioso, siendo que estamos siendo protagonistas de la creación de vida.  Y como gestores, tendremos la paternidad, patente y derechos sobre ese proyecto que hemos emprendido.

Por alguna razón de la vida moderna, las personas no rompen esquemas, no se dan a la tarea  y a la retadora experiencia de tener momentos espontáneos, y chispazos creativos: no le dan la importancia ni trascendencia a ideas maravillosas, que se abrigan en la mente y en el corazón, y dejan que solamente les asalte la idea, pero así mismo, las abandonan y quedan en el olvido. Los emprendedores damos crédito a las ideas y hacemos de las ideas maravillosas realidades.

Arquitecto, Especialista Administración de Empresas, Especialista en Gerencia Social y Cooperación Internacional, Magister en Administración de Empresas, actualmente cursa, el MBA en Gestión de Proyectos con el Instituto Europeo de Posgrados. Escritor, Conductor de Programas Radiales de Emprendimiento. Conferencista y Consultor Corporativo. Autor de los siguientes libros: La Excelencia Personal, Perfil Empresarial, Finanzas Familiares, La Meta de Ser Mejor Persona, El Joven Empresario, La Mujer Empresaria, Reflexiones al Comenzar el Día; Lideres para un Mundo Mejor, El ABC del Liderazgo, Pioneros de la Montaña; Diseñando su Proyecto de Vida, La Gerencia del Servicio en la Administración Municipal, La Nueva Forma de Hacer Radio, La Brújula Social de la Red de Amigos, Un Dirigente Llamado Nehemías; Aprendiendo a Prosperar, Perfil Gerencial, La Empresa Familiar, Emprendimiento Social, Aprendiendo a Volar como las Águilas; La otra Cara de la Aflicción, el consuelo; Viviendo mas allá de las limitaciones. Recientemente, ha escrito libros de Poesía, como nuevo formato para enriquecer el alma y el espíritu.

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