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Educación financiera: la importancia de incluirla en las escuelas

Inteligencia financiera

La inteligencia financiera se ha convertido en uno de los conceptos más populares de la actualidad, la masificación de la información ha comprendido un avance sin igual en la consecución de herramientas y educación financiera que pueden ser utilizadas por cualquier individuo interesado en fortalecer su capacidad para acumular ganancias y obtener beneficios en sus estrategias monetarias.

El tener claros los conceptos bancarios que antes las entidades explicaban con tan poca profundidad y huir de esa demonización que produce ante los bancos e incluso el dinero mismo, el desconocer como podemos usar inteligentemente nuestras ganancias, negocios y trabajo, nos brinda la oportunidad única en la historia de equilibrar la balanza y permitirnos crear una economía propia y equilibrada que además permita llevar una vida cómoda o propiciar negocios rentables y eficientes.

Economía del desconocimiento

Todos conocemos personas adultas que hoy en día no tienen mucha idea de como funciona una tarjeta de crédito, una cuenta de ahorros, un fondo de inversión, una acción, la bolsa de valores, incluso tienen poca o ninguna idea de como se genera el dinero en sus trabajos con el cual pagan sus deudas cada mes.

Y no podemos culparlos, la inteligencia financiera no es algo que se obtiene de la nada ni que nace como una cualidad innata en nosotros, a pesar de que hay personas que son bastante hábiles naturalmente con los números, no es suficiente el tener claras las cuentas si la capacidad para socializar y crear estrategias de marketing y negocios es nula, la educación financiera es la clave.

La sociedad se ha erigido como una enorme estatua de silencio, un bloqueo que separaba el conocimiento financiero de los más acaudalados ante los demás mortales, así vivíamos en un circulo en el que cada individuo, por más talentoso que fuese, jamás podría acceder a los beneficios de construir una economía propia estable.

Esta economía del desconocimiento era muy beneficiosa para dichos acaudalados, pero la diversificación del conocimiento, la llegada de internet y la diversificación de los productos financieros y la información han cambiado las reglas del juego, ahora lo que importa es la capacidad de crear estrategias, las ganas de aprender y poner en practica los tips y guías que encontramos por todos lados, se requiere discip0lina y sacrificio, pero la recompensa suele ser más holgada de lo que se podría esperar.

Educarse financieramente

El abrirse a este conocimiento, a la educación financiera  y aprender cada uno de los conceptos que las finanzas incluyen, sus atajos, su funcionamiento real, las estafas, el marketing, el ahorro, la inversión y la influencia que cada uno de estos tienen sobre nuestra vida diaria acompañado del partido que les podemos sacar, forjan lo que hoy en día se conoce como inteligencia financiera.

Hay miles de contenidos de todo tipo en las redes que pueden aportar un granito de arena ha forjar dicha inteligencia y no hay mejor forma de aprendizaje que irlas poniendo en práctica, poco a poco y con cautela, es dinero lo que esta en juego y el dinero es sumamente importante en nuestras vidas a pesar de que algunos traten de mostrarlo como algo superfluo, es verdad, el dinero no trae la felicidad pero si que puede echarle una mano, luego de reflexionar unos años en el hambre no está nada mal sentir lo que es un buen comer.

La inteligencia financiera es un tema clave en la vida de cada individuo, más aún cuando la mayoría de las estrategias que tienen de marketing empresarial guían más al derroche y la banalidad, tener un buen sistema de finanzas nos asegura un buen salvavidas en malas rachas y también nos permite uno que otro lujo ¿Por qué algo tan importante había quedado totalmente borrado del discurso diario? ¿era tan malo que supiéramos controlar y manejar nuestro propio dinero?

La escuela no enseña sobre dinero

Son preguntas que a diario me hago y pienso en mis épocas de estudiante ¿Cómo algo tan fundamental no nos era enseñado? Se suponía que la escuela era un centro de conocimiento que nos preparaba para la vida ¿Qué tipo de vida nos estaba formando?

Había tanto potencial en esos chicos que formaban sus pequeños emprendimientos de venta de golosinas e incluso, aunque sea poco ético, de tareas y trabajos escolares, no faltaba quien te vendía la solución a un ejercicio, una golosina en medio de la clase, todos tenían buenas habilidades de venta, tenían buenos discursos y además eran los referentes de flujo de caja del salón, siempre con más dinero que los demás, con un poco de educación financiera a temprana edad hubiesen formado grandes empresarios.

Generalmente eran aquellos que académicamente no iban bien, yo era de los que tenían buenas notas, pero me fijaba detenidamente en ellos, me daba cuenta de que había algo diferente en ellos, algo muy útil para la vida, capacidad para generar dinero.

Dinero, esa palabra nunca fue pronunciada en la escuela aun sabiendo que la base de la supervivencia en nuestra sociedad actual se basa en él y el sistema continua igual, las escuelas hoy no hablan de dinero.

La escuela no enseña sobre negocios

Y mucho menos habla de negocios, el máximo avance que se creó fue incluir una pequeña y mal aplicada sección de emprendimiento donde son más las barreras que se imponen a la creatividad de los alumnos que el emprendimiento que promueven, no hay educación sobre ventas, no hay sobre estrategias competitivas ni mucho menos sobre ahorro e inversión, es vacío tal como siempre ha sido.

La importancia de incluirla en las escuelas

Es por ello de suma importancia que cambiemos el paradigma y empecemos a exigir educación financiera de calidad en las escuelas, dirigida por individuos con conocimientos y experiencia en el sector de emprendimiento, empresarial, negocios, inversiones, tecnología.

Debemos preparar a nuestros hijos y brindarles la mayor cantidad de herramientas posibles para que desarrollen su inteligencia financiera para que el día de mañana tengan un éxito financiero que solo se vea eclipsado por su éxito como personas responsables, empáticas y respetuosas.

Formar la estabilidad económica del mañana para que ellos disfruten de cientos de beneficios que a muchos se nos pudieron escapar por años y que puede que aun se nos escapen, por eso el llamado es a que todos, tanto niños como adultos, comencemos a entrar al terreno de las finanzas personales, a perderle el miedo a la palabra crédito, a la palabra riesgo, a la palabra inversión y demos también el ejemplo financiero que queramos que nuestros hijos repliquen.

“El discípulo siempre superara al maestro, brillemos para nuestros hijos, hagámoslo lo mejor que podamos, así, quizás ellos en un futuro brillen más que todas las estrellas del firmamento juntas”.

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