Actualmente nos encontramos con que cada día son más las pequeñas y medianas empresas que quieren empezar a exportar y que ven en la exportación una vía de escape o de crecimiento fuera del mercado local.
Sin embargo, existen determinadas razones que a pesar de los obstáculos con los que nos podamos encontrar en el proceso de exportación y de internacionalización de una PYME, tienen más peso y hacen que las empresas persistan en expandirse y exportar a nuevos mercados. Estas razones son:
- Reducción de los costes de producción, aprovechamiento de economías de escala.
- Acceso a un mercado más amplio.
- Aumento del nivel de facturación.
- Diversificación del riesgo.
- Una mayor cultura empresarial, lo que incide en una mayor apertura a las innovaciones.
- Una mejor imagen y prestigio de nuestra empresa.
- Aprender de los nuevos mercados.
- Mano de obra más barata.
- Compensar una falta real de crecimiento.
- Compensar la estacionalidad del mercado local.
De lo anterior, podemos comprobar que las razones para exportar no son siempre la respuesta a una amenaza, sino que también muchas veces la exportación trata de aprovechar una oportunidad.
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