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La receta definitiva para escribir un post perfecto en tan sólo 4 pasos

el 5 diciembre 2014

Muchos emprendedores online dan sus primeros pasos en el mundo de Internet a través de un blog.

Seguramente, ya te habrás concienciado de la importancia capital que tiene el blog en tu estrategia de contenidos, ¿verdad?

Si estás pensando en lanzar uno próximamente, quizá una de tus preocupaciones en este momento sea: cómo escribir en un blog.

Tanto para ti, como para el que tiene un blog hace algún tiempo, pero quiere revisar su técnica a la hora de publicar nuevos post, te comparto mis secretos para hornear el artículo perfecto.

Todo lo que encontrarás en este post, es lo que he aprendido de otros bloggers, lo que he probado de toda la información que aprendí y lo que más útil me sigue resultando a día de hoy para conseguir la clase de post que me encanta publicar en mi blog.

Cómo escribir un post para mi blog

Pasos previos: preparación de los elementos clave

Antes de comenzar, mejor si tienes claros los puntos más importantes de tu post: la temática, el formato y la finalidad.

De este modo, cuando tengas acabado el post, podrás volver sobre tus pasos y comprobar si has cumplido con lo que te proponías en un principio.

Así que, en primer lugar, te ayudará establecer el tema del post. Busca, además, subtemas que puedas desarrollar y define las palabras clave.

Una vez tengas el tema y las palabras clave, toca meterse de lleno con el formato. Piensa en el tipo de post que quieres hornear: sólo texto, con texto e imágenes, en audio, en vídeo. Hay muchas formas de transmitir la información y ten muy en cuenta que cada persona es un mundo, es decir, que consumen información de forma diferente.

Además, en cuanto al formato, tienes que añadir a tu lista un ingrediente importante: a quién vas a dirigir la información, ya que tendrás que elegir el lenguaje que utilizarás para dirigirte a tu público.

Por si no llegas a ver las ventajas de estos pasos previos te diré que, utilizando este esquema para establecer el formato de tu post perfecto, puedes reciclar y reutilizar tu material y el contenido que ofreces a lo largo del tiempo.

Por último, y muy importante, márcate el objetivo que quieres conseguir con la publicación de ese artículo perfecto, por ejemplo, informar sobre un evento del sector al que te dedicas, o enseñar a tus lectores cómo montar su propio blog al más puro estilo DIY.

El enfoque que mejores resultados da suele ser el de encontrar un problema de tus lectores y tratar de ofrecerles una solución en tu artículo, ya sea a través de una información relevante, de enseñarles en una guía los pasos para conseguir lo que desean o inspirarlos para que tomen acción.

Ten en cuenta que las personas que entran en tu blog buscan información útil y relevante que les ayude. Por lo tanto si enfocas tu contenido en ayudar y solucionar un aspecto específico, triunfarás.

Y hasta aquí, los pasos previos. En resumen,

  • Selecciona el tema del post y define las palabras clave
  • Elije el formato del post
  • Marca el objetivo del post

Así que, pasemos a la acción.

4 pasos para escribir un post perfecto

  • Un título que cautive

El título de tu post es como el olor o la apariencia de tu plato estrella. Es lo primero que percibes, lo primero que te tienta a probar o no el plato.

Con el paso del tiempo y de mis intentos previos a la hora de escribir los títulos de los artículos, he adquirido un par de hábitos, que considero bastante buenos.

El primero es escribir el título en primer lugar. Sí, antes de todo, el título.

De esta forma, se consigue un mayor enfoque en el objetivo del post y, en mi caso, me ayuda a no irme por las ramas.

Cuando me pongo a escribir, hay veces en las que no hay quien me pare y con esta técnica, consigo no desviarme del tema principal.

El segundo hábito es utilizar fórmulas totalmente probadas a la hora de tentar a tus lectores con un título seductor.

El porqué es sencillo. Imagina que pruebas un postre delicioso, totalmente nuevo para ti. Esta noche tienes cena en tu casa y quieres sorprenderles con ese postre que probaste. Ante la urgencia, ¿qué harías? ¿Te pondrías a experimentar o conseguirías la receta y la seguirías al pie de la letra?

No entiendo por qué habría de ser diferente en el caso de los títulos.

Si quieres más ayuda con esto, te dejo a continuación un par de enlaces a grandes artículos sobre la creación de títulos:

10 Fórmulas para Escribir Títulos que Funcionan por David Cantone

Cómo escribir títulos que funcionan por Beatriz Aguilar

  • Una entrada golosa

Esta es la introducción de tu post. Casi tan crucial como el título, porque después de convencerles de que es una gran idea seguir leyendo tu post, sin una buena entrada tus lectores saldrán corriendo.

La entrada tiene que dejarlos con ganas de más, de seguir devorando tu post perfecto.

Una recomendación que yo sigo, es presentar el tema del post e introducir al lector en lo que puede encontrar a continuación. En realidad, si quieres que se queden hasta el final a toda costa, quizá no sea una idea tan genial.

Sin embargo, en mi caso, yo no quiero hacer perder tiempo a nadie. Así, la persona que lee hasta el final es porque está realmente interesado e invierte su tiempo en descubrir lo que ofrezco.

Tú puedes elegir lo que mejor te convenga.

En realidad al principio era una de las partes que más me costaba escribir de mis artículos, pero ahora utilizo alguno de estos trucos: cómo redactar mejores introducciones de tus posts por Carlos Bravo.

  • Una llamada a la acción

Después de escribir todo el post es de suma importancia que no pierdas la ocasión de entablar relación con tus lectores, de ponerles fácil que interactúen contigo y con el contenido de tu artículo.

Por lo tanto, tienes que pensar bien, cuál es la llamada a la acción o call to action que vas a incluir al final de tu post perfecto.

¿Quién va a resistirse a hacer lo que tú digas si han devorado el post completo y siguen con ganas de más?

Vas a pedirles que te dejen sus comentarios, que compartan el contenido en sus redes, que se suscriban a tu lista de correo… ¿qué quieres que hagan con lo que han leído?

La forma en que las personas leen en Internet y reaccionan ante lo que leen ha cambiado. Ya habrás leído que las personas escanean, no leen, y, sobre todo, que hay que ponerles las cosas fáciles.

De ahí, que sea bueno que no pierdas la oportunidad y remarques lo que pueden hacer tus lectores para interactuar contigo y tu contenido. Déjaselo bien claro.

  • El toque final

Antes de publicar el post tienes que revisarlo y darle forma. En este punto incluirás los aspectos que faltan para darle tu toque al artículo.

El toque hace referencia a tu estilo. Es como la huella que dejarás en la boca de tus lectores, que hará que te recuerden incluso horas después de haber acabado con tu post.

En mi revisión final incluyo: búsqueda de enlaces que complementen mi contenido, fotos irresistibles que transmitan el mensaje de forma visual y una corrección de estilo.

A partir de aquí es cuestión de gustos y preferencias.

Hay quienes incluyen un mínimo de dos enlaces externos en sus artículos, otros que más y habrá quien incluya menos.

Yo no me obsesiono. Para cada post trato de decidir cuantos enlaces externos e internos van bien con el contenido y que sea algo compensado.

Mi regla principal es que tenga sentido y coherencia con mi contenido. Si encaja, incluyo los que sean necesarios y si no encaja ninguno, pues para la próxima más. En mi opinión creo que es lo mejor.

En cuanto a las fotos, suelo incluir una imagen cada 400-500 palabras más o menos. Siempre que puedo diseño las imágenes yo misma. Y voy variando según el post, lo que quiera transmitir y si encuentro o no, imágenes que se ajusten a lo que busco.

Chan, chan, chan, chan.

Y ya te queda nada para tener listo y a punto de caramelo tu post perfecto.

El último punto se trata de darle estilo al post. Márcate unas pautas antes de comenzar y revísalas al final de cada post, para comprobar que cumple con todas ellas.

Por ejemplo, si te diriges a un público cercano, utiliza el pronombre personal “tú”. O, trata de no abusar de palabras comodín como “cosa” o “algo” porque son demasiado vagas y no transmitirás un mensaje claro.

Estas son algunas de mis pautas, pero tú puedes marcarte las que quieras. Después de revisar el estilo de tu post, léelo completo de nuevo y comprueba si has cumplido con el objetivo inicial que te propusiste.

Si es así, ¡felicidades! ¡Ya tienes tu post perfecto recién salido del horno!

¿No huele de maravilla?

Me encantará que me dejes tus comentarios sobre mi receta del post perfecto y que me cuentes si tú sigues algún otro paso distinto.

Si te gustó el post o crees que puede servirle a alguien más, no dudes en compartirlo en tus redes sociales. Y para más consejos u orientaciones, date una vuelta por mi blog.

Coach de negocios y mentora de infoemprendedores, a los que ayudo a diferenciarse y a mejorar su posicionamiento para impulsar sus negocios y conseguir más ingresos.

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