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5 Resúmenes de Libros de Innovación y Emprendimiento que debes leer

el 29 noviembre 2017
CINCO LIBROS QUE DEBES DE LEER DE LA EMPRESA COMPETITIVA
Por: Beatriz Ayala Ayala

CREAR O MORIR – ANDRES OPPENHEIMER

CREAR O MORIR – ANDRES OPPENHEIMER

El Libro «Crear o morir» plantea una serie de preguntas del por qué en el país no surgen personas creativas para crear, innovar la tecnología, formar nuevos productos que estén reconocidos por todo el mundo, como lo hicieron los fundadores del Apple, Facebook, o entre otras cosas más que las personas de hoy le dan  uso.

Pero todo eso, fueron personas de estados unidos, quienes son capaces de realizar cosas para los humanos, y la pregunta es, cual es el secreto para innovar, crear, objetos a base de la tecnología que hoy se vive en el país, o en todo el mundo; esto seria, que para poder crear cosas, objetos y todo lo demás, esto serían los seres humanos que tengan talento, creatividad, una visión, capaces de poder realizar o crear cosas nuevas que satisfacen las necesidades de las personas del  país.

EL SECRETO ES LA GENTE

El secreto no está en los incentivos económicos, ni parques tecnológicos, ni científicos no se basa en eso, si no que el secreto es el tipo de gente que tenga la capacidad, que este concentrada en el trabajo, se necesitan mentes creativas de todo el mundo, que llegan atraídas por el ambiente de aceptación a la diversidad étnica, cultural y hasta sexual.

EL POTENCIAL DE AMERICA LATINA

En tiempos anteriores lo más importante para incentivar la innovación era ofrecer estímulos económicos o reducir las trabas burocráticas o tener un buen negocio. Y hoy en día lo más importante es contar con personas con mentes creativas respaldada por buenos sistemas educativos. En el país hay personas con talentos, artistas, inventores y emprendedores que tienen la idea de procrear cosas nuevas para el país, pero por lo que se ve es que en el país existe la burocracia infernal, la corrupción y el mal negocio y así es muy difícil de crear una empresa innovadora.

LOS INNOVADORES QUIEREN VIVIR EN LUGARES VIBRANTES

Las personas creativas buscan mentes creativas, para  poder convertirse en importantes empresas de innovación. ¿Qué es lo que genera la creatividad? Es la presencia de otra persona creativa, la idea de la creatividad es algo relacionado con grandes  genios individuales con quien así poder ayudarse uno al otro. La realidad es que la creatividad es un proceso social; los más grandes avances vienen de la gente de la que aprenden, de la gente con la que se colabora, y las ciudades son verdaderas fuentes de creatividad.

Las mentes innovadoras tienden a juntarse en lugares que les permiten trabajar fuera de las reglas de las corporaciones tradicionales, fuera de la burocracia, allí donde pueden controlar los medios de producción y donde les ofrecen capital y no deuda.

EL MUNDO DEL FUTURO

Si varios países latinoamericanos ya tienen grandes reservas de mentes creativas, que son la condición esencial para las sociedades innovadoras, su gran desafío será mejorar la calidad y la inserción en el  mundo de sus sistemas educativos y crear sistemas legales más tolerantes con el fracaso empresarial.

El riesgo de no hacer nada será enorme y es condenada  a la región al atraso permanente, porque en los próximos años se producirá una extraordinaria aceleración de los avances científicos y tecnológicos que separaran aún más a los países de avanzada de los periféricos. Según la mayoría de los científicos, en la próxima década los inventos tecnológicos más revolucionados que todos los que ha producido la humanidad dese del año 500 a.c. el motivo es que la ciencia y la tecnología están creciendo de forma exponencial, cada vez más rápido.

Por ejemplo, las impresoras 3D que permitirá la manufactura casera e individualizada de casi cualquier objeto y que amenazaran con aniquilar la producción industrial en todo el mundo. Robots como los que hasta ahora solo se ve en las película de ficción, que se convertirán en los asistentes, guardaespaldas, compañeros o servidores sexuales, automóviles sin conductor que remplazaran paulatinamente a los actuales y permitirán trabajar, leer, o dormir mientras el automóvil nos lleva a nuestro destino, como los anteojos-computadoras, que nos permitirán mirar un jardín, por ejemplo y ver en el cristal el nombre de cada plantas.

LA MAGIA DE PENSAR EN GRANDE – DAVID J. SCHWARTZ

LA MAGIA DE PENSAR EN GRANDE – DAVID J. SCHWARTZ

El  libro de David J. Schwartz ‘La magia de pensar en grande, un  libro altamente motivador que nos ayuda a pensar más allá de donde estamos acostumbrados. Los pensamientos pequeños llevan a resultados pequeños, mientras que únicamente al Pensar En Grande lograremos tener grandes resultados llegando a obtener la satisfacción y el éxito que buscamos, dejando de entrar en el miedo y evitando así el fracaso.

1. Cree que puedes tener éxito y lo tendrás

El éxito significa seguridad económica, poder dar a los tuyos lo mejor, una casa fantástica y prosperidad personal. Significa ganar prestigio en lo social y libertad en los negocios. Es respeto por ti misma/o, encontrar más satisfacción en la vida y poder hacer más por los demás. Obtener el éxito es la meta en la vida. Tips que te ayudarán a conseguirlo:

  • Piensa en el éxito, no en el fracaso. Pensar en el éxito condiciona tu mente para crear planes que propicien el éxito, te ayuda a pensar en grande.
  • Recuerda periódicamente que eres mejor de lo que crees ser. Las personas exitosas suelen ser personas normales que han aprendido a creer en sí mismas.
  • Cree en grande. La grandeza de tu éxito determina la grandeza de tu creencia. Piensa en grandes metas y lograrás grandes éxitos. Acostúmbrate a creer y pensar en grande.

2. Cúrate a ti misma/o de la ‘excusitis’, enfermedad del fracaso

Detrás de cada fracaso se encuentra la enfermedad de la ‘excusitis’ en forma avanzada. Cuanto más exitosos somos, menos excusas damos.

Estas son las cuatro formas en que se manifiesta la ‘excusitis’:

  • A) Es que no tengo buena salud. La mala salud se utiliza como excusa del fracaso frente a lo que deseamos. Siéntete agradecida/o de la salud que tienes.
  • B) Y sin embargo tienes la capacidad de lograr el éxito. El 95% de la gente que nos rodea sufre ‘excusitis’ de inteligencia traducida en ‘yo no tengo la capacidad de’. La diferencia entre los afortunados y los que no lo son está en la diferencia del manejo del pensamiento. Aquí van tres maneras de curar la ‘excusitis’ de la inteligencia:

    • Nunca subestimes tu propia inteligencia, ni sobreestimes la inteligencia de los demás. Descubre tus talentos superiores.
    • Mis actitudes son más importantes que mi inteligencia. Busca las razones por las que sí puedes hacerlo, nunca por las que no podrás, y crea el hábito de pensar en grande.
    • Recuerda que la habilidad de pensar es mucho más valiosa que la habilidad de memorizar. Utiliza tu mente para crear y desarrollar ideas, mejores formas de hacer las cosas.
  • C) No funciona. Soy demasiado viejo, o demasiado joven. Es la ‘excusitis’ de la edad. Remedios para contrarrestar la ‘excusitis’ de la edad:

    • Mira tu edad actual de manera positiva. Practica buscar nuevos horizontes y ten el entusiasmo y las sensaciones de la juventud.
    • Calcula los años de vida productiva que te quedan. Recuerda que a una persona de 40 años le queda cerca del 60% de su vida productiva.
  • D) Pero mi caso es distinto… Yo atraigo la mala suerte. Las personas que alcanzan la cima en cualquier profesión, llegan hasta ahí porque tienen la mejor actitud, y usan su buen juicio en hacer una labor esmerada y sobresaliente.

Remedios para contrarrestar la ‘excusitis’ sobre la suerte:

  1. Acepta la ley de causa y efecto. Observa más detenidamente lo que considerabas buena suerte de alguien, y encontrarás preparación, planificación y actitud positiva.
  2. No seas ilusa/o. No malgastes tu energía soñando con una manera fácil de lograr el éxito. Concéntrate en desarrollar las cualidades que te harán ser ganador/a.

3. Construye la confianza y destruye el miedo

  • El miedo es real, es el enemigo número uno del éxito. El miedo impide aprovechar las oportunidades, agota la energía física, produce enfermedades y te cierra la boca cuando quieres hablar.
  • La acción vence el miedo. Define bien tu miedo, y encuentra la acción constructiva que lo venza. La inacción reafirma el temor y destruye la confianza.
  • Haz un esfuerzo supremo para poner sólo pensamientos positivos en tu banco de memoria. No permitas que los pensamientos negativos hacia ti misma/o crezcan hasta convertirse en monstruos mentales. No recuerdes hechos y situaciones desagradables.
  • Considera a la gente desde la perspectiva adecuada. Recuerda que las personas tenemos muchas semejanzas, muchas más que las diferencias que podamos tener. Fórmate una idea equilibrada de los demás, recuerda que son seres humanos.
  • Acostúmbrate a hacer lo que tu conciencia te dicte. Esto previene el complejo de culpabilidad. Hacer lo correcto es muy práctico para lograr el éxito.
  • Intenta que todo lo que tiene que ver contigo exprese: ‘Siento confianza, me siento verdaderamente confiada/o’. Practica técnicas sencillas a diario, como sentarte hacia delante, establecer contacto visual, caminar un 25% más rápido, hablar alto y sonreír mucho.

4. Cómo pensar en grande

  •  Usa palabras y frases animosas, positivas y joviales para describir lo que sientes. Di que te sientes maravillosamente cada vez que tengas oportunidad, y empezarás a sentirte cada vez más maravillosamente.
  •  Usa palabras y frases positivas, amables y favorables para describir a otras personas. Sé muy cuidadosa/o para evitar el lenguaje despectivo e hiriente.
  • Utiliza lenguaje positivo para orientar a los demás. Elogia a otros cuando tengas oportunidad. Un elogio hecho con sinceridad es una puerta para el éxito.
  • Usa palabras positivas para contarle planes a los demás. Promete triunfo y verás miradas refulgentes. Promete victorias y conseguirás apoyo.
  • No te vendas barata/o. No te auto-devalúes, concéntrate en tus ventajas. Eres mejor de lo que crees. Recuerda pensar en grande.
  • Utiliza el lenguaje de las personas que generalmente suelen pensar en grande. Usa palabras de ánimo, esperanzadoras, alentadoras. Usa palabras que den esperanza, felicidad y placer.
  • Ensancha tu visión; visualiza lo que puede ser, no lo que es. Valora más las cosas, a la gente y a ti misma/o.
  • Hazte una idea grandiosa de tu trabajo. Piensa que tu trabajo actual es importante, ya que tu próximo ascenso depende en buena parte de tu actitud hacia tu trabajo actual.
  • Piensa más allá de los aspectos triviales. Centra tu atención en los objetivos importantes. Antes de involucrarte en algo, pregúntate ¿en realidad merece la pena?

5. Cómo pensar y soñar creativamente

El pensamiento creativo consiste en encontrar nuevas y mejores formas de hacer las cosas.

  • Cree que puedes hacerlo. Cuando crees que puedes hacer algo, tu mente encuentra la forma de hacerlo. Elimina de tu mente y de tu vocabulario las palabras ‘imposible’, ‘no se puede’, ‘no tiene sentido intentarlo’…
  • No permitas que la tradición paralice tu mente. Ábrete a las nuevas ideas, experimenta, prueba nuevas estrategias.
  • Pregúntate a diario cómo puedes hacerlo mejor. No hay límites para la mejora personal.
  • La capacidad es un estado mental. La combinación de éxito en los negocios es: haz mejor lo que haces y haz más de lo que haces.
  • Crea el hábito de preguntar y escuchar. Pregunta y escucha, y tendrás elementos para tomar decisiones juiciosas. Recuerda que la gente grande principalmente escucha, mientras la gente pequeña principalmente habla.
  • Amplía tus horizontes. Déjate estimular. Busca personas que puedan ayudarte a concebir nuevas ideas, nuevas formas de hacer las cosas. Rodéate de gente con distintas profesiones e intereses sociales.

PADRE RICO PADRE POBRE – ROBERT T. KIYOSAKI

PADRE RICO PADRE POBRE – ROBERT T. KIYOSAKI

El autor del libro «Padre Rico, Padre Pobre», nos habla que él tuvo un padre pobre y un padre rico. Su padre pobre era universitario e intelectual. Consideraba que lo ideal era estudiar mucho, obtener un título y emplearse para llevar una vida tranquila en la que no te faltara de nada. Creía que hablar de dinero era algo sucio y vulgar, y lo único que pretendía era dedicarse a su empleo. Una vida tranquilita y sin algarabías.

Su padre rico no concluyó casi ningún estudio, pero le gustaba formarse a través de su práctica y la de otros en temas económicos. Consideraba el dinero algo normal que forma parte de la vida, hablaba de él con naturalidad y, en definitiva, era una mente pensante e inquieta que siempre buscaba soluciones. Principalmente para que el dinero trabajara para él.

La carrera de la rata

De este concepto ya hemos hablado en algunos artículos de este blog. La mayoría de personas hacen lo que los hamsters en sus rueditas: dan vueltas y vueltas sin parar, andando o corriendo mucho, con la sensación de hacer algo, pero sin llegar a ninguna parte. La mayoría de seres humanos trabajan (para otros generalmente), ganan un dinero, lo gastan en cosas varias, vuelven a ganarlo, lo vuelven a gastar, incluso en algún momento llegan a ganar más, pero no solo no ahorran ni invierten, sino que deciden incurrir en nuevos gastos, pagaderos con los nuevos incrementos de sueldo  y así hasta el infinito.

Educación financiera

Lo que necesitas conocer acerca del dinero y las finanzas para tener éxito en dichas facetas. Cómo conseguir ingresos, qué hacer con los mismos cuando lleguen, cómo crear sistemas que trabajen para ti, cómo desarrollar tu coeficiente financiero, cómo tomar las decisiones adecuadas…

En este sentido crítica al sistema educativo tradicional porque no enseña lo realmente importante para las personas a la hora de obtener riqueza y abundancia.

Mensajes principales de Padre rico, padre pobre

  1. La gente media y de no muchos recursos trabajan para conseguir dinero (que luego gastan). La gente rica no trabaja por dinero, sino que pone el dinero a trabajar para ella.
  2. Concepto de inteligencia financiera. Aprender a utilizar la mente para hacer dinero, obtener fuentes de ingreso, y aprender qué hacer con el dinero, dónde invertirlo (hoy en día quizá hablaría de algunos conceptos como inversión de dinero en startups).
  3. Distinción entre activos y pasivos. Los primeros te proporcionan dinero, llevan dinero a ti, mientras que  los segundos lo sacan de tu bolsillo en virtud de obligaciones que contraes.
  4. Distintas fuentes de ingreso: Inmuebles, acciones, royalties (a través de lo que hoy serían infoproductos, por ejemplo), negocios… Con respecto a los últimos, haciendo especial hincapié en que si debes trabajar en ellos deja de ser un negocio para convertirse en un trabajo.
  5. Impuestos. (Esta idea es un poco controvertida y no es tan simple como la plantea él, a mi juicio, ya que en cualquier caso depende de las legislaciones de los países). Básicamente,  dice que las clases medias que viven de sus trabajos pagan impuestos de los mismos en cuanto los cobran, mientras que las empresas o corporaciones pagan después de descontarse los gastos y de haber hecho inversiones. Dejo la puerta simplemente abierta al debate
  6. La importancia de la creatividad y el saber buscar oportunidades. Lo importante no es tener el dinero, sino la idea.
  7. Saber superar obstáculos. Entre ellos, pereza, miedo, malos hábitos, arrogancia.

EL PODER DE LOS HÁBITOS – CHARLES DUHIGG

EL PODER DE LOS HÁBITOS – CHARLES DUHIGG

La mayor parte de las decisiones que tomamos a diario pueden parecernos producto de una forma reflexiva de tomar decisiones, pero no es así. Son hábitos. Y aunque cada hábito no tiene mucha importancia en sí mismo, con el tiempo, las comidas que pedimos, lo que decimos a nuestros hijos cada noche, si ahorramos o gastamos, la frecuencia con que hacemos ejercicio y el modo en que organizamos nuestros pensamientos y rutinas de trabajo tienen un profundo impacto en nuestra salud, productividad, seguridad económica y felicidad.

Los hábitos empiezan sin que nos demos cuenta, se instalan inadvertidamente y para cuando queremos librarnos de ellos se han convertido en rutinas inamovibles. A veces surgen de un gesto cotidiano, como la sensación de relax que sentimos al llegar a casa y encender la tele. En ocasiones, se trata de hábitos inducidos, como usar dentífrico para cepillarse los dientes o utilizar ambientador.

Decidido a desentrañar la psicología y la neurología de nuestros hábitos más arraigados, Charles Duhigg recurre a los más recientes descubrimientos en materia cerebral para mostrar a los lectores cómo llegar a dominar los resortes que definen nuestras costumbres. El libro ofrece explicaciones sobre los hábitos, su formación y su gestión en el ámbito personal, empresarial y de las sociedades. En este resumen nos centraremos en el análisis de los patrones fundamentales que determinan el surgimiento de los hábitos en el ámbito de la vida cotidiana y de la publicidad, y señalaremos además algunos de los factores implicados en la transformación de los hábitos organizacionales.

El bucle del hábito

Los hábitos, según los científicos, surgen porque el cerebro siempre está buscando una forma de ahorrar esfuerzo. Si dejamos que utilice sus mecanismos, el cerebro intentará convertir casi toda rutina en un hábito, porque los hábitos le permiten descansar más a menudo. Este instinto de ahorrar energía es una gran ventaja. Un cerebro eficiente nos permite dejar de pensar constantemente en las conductas básicas, como caminar y decidir qué vamos a comer, así que podemos dedicar nuestra energía mental a inventar desde arpones y sistemas de riego hasta aviones y videojuegos.

El proceso para la formación y consolidación de un hábito en nuestro cerebro es un bucle de tres pasos. Primero está la señal, el detonante que informa a nuestro cerebro que puede poner el piloto automático y el hábito que ha de usar. Luego está la rutina, que puede ser física, mental o emocional. Por último está la recompensa, que ayuda a nuestro cerebro a decidir si vale la pena recordar en el futuro este bucle en particular. Con el tiempo, este bucle señal, rutina, recompensa se va volviendo más y más automático. La señal y la recompensa se superponen hasta que surge un fuerte sentimiento de expectación y deseo. Al final, se acaba formando un hábito.

Los hábitos no son el destino. Los hábitos se pueden ignorar, cambiar o sustituir. Pero la razón por la que el descubrimiento del bucle del hábito es tan importante es porque revela una verdad básica: cuando emerge un hábito, el cerebro deja de participar plenamente en la toma de decisiones.

Si dibujamos el cerebro humano como si fuera una cebolla compuesta por diferentes capas celulares, las capas externas las más cercanas al cuero cabelludo suelen ser las más recientes desde una perspectiva evolutiva. Cuando se te ocurre un nuevo invento o te ríes con el chiste que te cuenta un amigo, son las partes externas del cerebro las que trabajan. Allí es donde tiene lugar el pensamiento más complejo. En la parte más profunda, cerca del tronco cerebral donde el cerebro se une con la columna vertebral se encuentran las estructuras más antiguas y primitivas. Controlan nuestras conductas automáticas, como la respiración y el tragar, o el sobresalto que experimentamos cuando aparece alguien detrás de un arbusto.

Hacia el centro del cráneo hay una masa de tejido del tamaño de una pelota de golf que se parece a lo que encontraríamos en el interior de un pez, reptil o mamífero. Son los ganglios basales, un grupo de células de forma ovalada que, durante años, ha sido un gran desconocido para los científicos, salvo por algunas sospechas de que desempeñaba alguna función en enfermedades como el Parkinson. A principios de la década de los noventa, los investigadores del MIT empezaron a preguntarse si los ganglios basales también podían formar parte del proceso de la creación de hábitos y experimentaron en ratas empleando nuevas micro tecnologías que les permitían observar con todo detalle lo que ocurría dentro de sus cabezas cuando realizaban docenas de rutinas.

Sin los bucles del hábito, nuestro cerebro se cerraría, abrumado por las minucias de la vida cotidiana. Sin los ganglios basales, perdemos acceso a cientos de hábitos en los que confiamos a diario. Las personas cuyos ganglios basales están deteriorados debido a una lesión o enfermedad, suelen quedarse mentalmente paralizadas. Tienen problemas para realizar sus actividades básicas, como abrir una puerta o pensar qué van a comer. Esto son decisiones habituales, que no conllevan esfuerzo. Mientras los ganglios basales estén intactos, las señales permanecen activadas y la conducta se producirá sin pensarla. Asimismo, la dependencia del cerebro en las rutinas automáticas puede ser peligrosa. Los hábitos son tanto una bendición como una maldición. Porque los hábitos surgen sin pedirnos permiso.

La regla de oro para cambiar los hábitos

Cuando nos propongamos cambiar un determinado hábito existe una regla de oro que todos los estudios han demostrado que es una de las herramientas más poderosas para generar cambios. Esta es la regla: si usamos la misma señal y proporcionamos la misma recompensa, podemos cambiar la rutina y cambiar el hábito. Casi todas las conductas se pueden transformar si la señal y la recompensa siguen siendo las mismas.

La regla de oro ha funcionado en tratamientos contra el alcoholismo, la obesidad, los trastornos obsesivo-compulsivos y otros cientos de conductas destructivas, y comprenderla puede ayudar a cualquier persona a cambiar sus viejas costumbres (los intentos para dejar de picotear entre horas, por ejemplo, suelen fracasar a menos que una nueva rutina satisfaga las viejas señales y recompensas; una fumadora normalmente no puede dejar de fumar a menos que encuentre alguna actividad para reemplazar el tabaco cuando se activa su deseo de nicotina).

Preguntar a los pacientes qué es lo que desencadena su conducta habitual se denomina entrenamiento de conciencia y es el primer paso de un proceso llamado «entrenamiento de la inversión del hábito». Consiste en identificar las señales que provocan una rutina. Es posible que al principio no encontremos razones de por qué realizamos un determinado hábito nocivo, pero, si tratamos de buscarlas, es probable que acabemos por aclararlas.

Por ejemplo, podemos pensar en qué situaciones típicas se produce ese hábito y después identificar qué sentimos después de este, que puede ser un estímulo físico. Entonces, cuando se produce la señal y también hemos identificado la recompensa, necesitamos desarrollar una «respuesta competitiva» que sustituya a la rutina. Podemos llevar un registro de los momentos en que se produce la señal a lo largo del día y, en cada momento, realizar la respuesta competitiva que sustituya a la antigua rutina.

Las técnicas de la terapia de inversión de hábito ponen de manifiesto uno de los principios fundamentales de los hábitos: con frecuencia, no acabamos de entender las ansias que controlan nuestras conductas hasta que nos dedicamos a observarlas. Y aunque sea fácil describir el proceso de cambiar el hábito, no necesariamente lo es llevarlo a cabo. Es fácil suponer que el tabaco, el alcoholismo, comer en exceso u otros patrones arraigados se pueden cambiar sin un verdadero esfuerzo. Pero el verdadero cambio requiere trabajo y entender las ansias que nos conducen a esas conductas. Cambiar cualquier hábito requiere determinación.

Si identificas las señales y las recompensas, puedes cambiar la rutina. Al menos la mayoría de las veces. No obstante, para algunos hábitos, hace falta otro ingrediente: la convicción.

En el caso de los alcohólicos, por ejemplo, aunque les ofrezcas a las personas mejores hábitos, eso no remedia la causa por la que empezaron a beber. Llega un momento en que tienen un mal día y ninguna rutina conseguirá que todo parezca que está bien. Lo que realmente puede cambiar las cosas es creer que pueden afrontar esa situación de estrés sin el alcohol. Para que los hábitos cambien de manera permanente, la gente ha de estar convencida de que el cambio es posible. Y cuando las personas se unen a grupos donde el cambio parece viable, el potencial para que este se produzca es más real.

Para las empresas, entender la ciencia del ansia es revolucionario. Existen docenas de rituales diarios que deberíamos realizar cada día y que jamás se convierten en hábitos porque, muchas veces, suele ser complicado averiguar cuáles son los deseos intensos que nos conducen a los hábitos.

Algunas empresas, como los grandes almacenes Target, con el fin de seleccionar sus ofertas publicitarias, utilizan datos de clientes y generan algoritmos para predecir las compras de cientos de consumidores. Y son capaces incluso de llegar a descubrir, en función del registro de compra, qué clientas están embarazadas y qué ofertas deben enviarles. Porque todas las mujeres embarazadas que compran en Target suelen seguir unos hábitos de compra similares.

Los hábitos básicos de las organizaciones de éxito

Algunos hábitos tienen el poder de iniciar una reacción en cadena, cambiando otros hábitos a medida que se instauran en la vida de una persona o en una organización. Es decir, algunos hábitos importan más que otros para rehacer los negocios y la vida. Son «hábitos básicos»: son los hábitos que más importan, aquellos que, cuando empiezan a cambiar, desplazan y rehacen otros patrones.

Si nos concentramos en cambiar y en cultivar los hábitos esenciales, podemos producir cambios generalizados. Sin embargo, identificar los hábitos básicos es engañoso. Para descubrirlos se ha de saber dónde se tiene que mirar. Detectar los hábitos básicos significa buscar ciertas características. Los hábitos básicos ofrecen lo que conocemos dentro de la literatura académica como «pequeños triunfos». Ayudan a que florezcan otros hábitos creando nuevas estructuras y establecen sistemas de trabajo en los que el cambio se vuelve contagioso.

Los pequeños triunfos son justamente lo que parecen y forman parte del proceso en que los hábitos básicos crean cambios generalizados. Un gran número de investigaciones han demostrado que los pequeños triunfos tienen un poder enorme, una influencia desproporcionada para lo que son los logros de las propias victorias. Cuando se ha logrado un pequeño triunfo, se ponen en marcha las fuerzas para lograr otro pequeño triunfo. Los pequeños triunfos alimentan cambios transformadores elevando las pequeñas ventajas a patrones que convencen a las personas de que pueden lograr cosas aún mayores.

En la última etapa de Starbucks, los experimentos que realizaron los investigadores contemplaban la ciencia de la fuerza de voluntad de un modo ligeramente distinto a como lo habían hecho hasta entonces. Descubrieron que, cuando se les pide a las personas que hagan algo que requiere autocontrol, si piensan que lo están haciendo por razones personales, les cuesta mucho menos. Si sienten que no tienen autonomía, que simplemente están siguiendo órdenes, sus músculos de la fuerza de voluntad se cansan mucho antes.

Para las compañías y organizaciones, esta visión tiene grandes implicaciones. El mero hecho de dar a los empleados un voto de confianza el sentimiento de que tienen el control, de que tienen autoridad para tomar decisiones puede aumentar radicalmente la cantidad de energía y concentración que aportan a sus trabajos.

LAS 48 LEYES DEL PODER – ROBERT GREENE

LAS 48 LEYES DEL PODER – ROBERT GREENE

LEY 1. NUNCA LE HAGA SOMBRA A SU AMO. Esfuércese siempre por lograr que quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de superioridad. No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores.

LEY 2. NUNCA CONFÍE DEMASIADO EN SUS AMIGOS; APRENDA A UTILIZAR A SUS ENEMIGOS. Desconfíe de sus amigos; suelen ser los primeros en traicionarlo, ya que caen fácilmente presa de la envidia. También suelen convertirse en irrespetuosos y tiranos. En cambio, emplee a quien haya sido su enemigo, y le será más leal que un amigo, ya que deberá hacer mayores esfuerzos por demostrar su adhesión. Lo cierto es que usted debe temer más a sus amigos que a sus enemigos.

LEY 3. DISIMULE SUS INTENCIONES. Desconcierte a la gente y manténgala en la mayor ignorancia posible, sin revelar nunca el propósito de sus acciones. Si no tiene la menor idea de qué es lo que usted quiere lograr, les resultará imposible preparar una defensa.

LEY 4. DIGA SIEMPRE MENOS DE LO NECESARIO. Cuando intente impresionar a la gente con palabras, tenga en cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto menor control de la situación tendrá. Incluso cuando lo que diga sea sólo una banalidad, parecerá una idea original si la plantea en forma vaga, abierta y enigmática.

LEY 5. CASI TODO DEPENDE DE SU PRESTIGIO, DEFIÉNDALO A MUERTE. Su renombre y su prestigio constituyen la piedra angular del poder. Basta el prestigio para intimidar y ganar. Sin embargo, una vez que decae, usted se tornará vulnerable y será atacado por todos los flancos. Convierta su prestigio en una fortaleza inexpugnable.

LEY 6. BUSQUE LLAMAR LA ATENCIÓN A CUALQUIER PRECIO. Todo es juzgado por su apariencia; lo que no se ve no cuenta. Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser sepultado por el olvido. Ponga toda su fuerza en destacarse.

LEY 7. LOGRE QUE OTROS TRABAJEN POR USTED, PERO NO DEJE NUNCA DE LLEVARSE LOS LAURELES. Utilice la inteligencia, los conocimientos y el trabajo físico de otros para promover su propia causa. Ese tipo de ayuda no sólo le permitirá ahorrar mucho tiempo y energía, sino que le conferirá un aura divina de rapidez y eficiencia.

LEY 8. HAGA QUE LA GENTE VAYA HACIA USTED Y, DE SER NECESARIO, UTILICE LA CARNADA MÁS ADECUADA PARA LOGRARLO. Criterio Cuando obligue a otro a actuar, deberá ser usted quien en todo momento ejerza el control.

LEY 9. GANE A TRAVÉS DE SUS ACCIONES, NUNCA POR MEDIO DE ARGUMENTOS. Cualquier triunfo circunstancial que usted obtenga a través de argumentación verbal en realidad es sólo una victoria pírrica: el resentimiento y la mala voluntad que así genera son más intensos y duraderos que cualquier acuerdo momentáneo que haya logrado.

LEY 10. PELIGRO DE CONTAGIO: EVITE A LOS PERDEDORES Y LOS DESDICHADOS. Criterio La desdicha de los demás puede conducirlo a la muerte: los estados de ánimo son tan contagiosos y tóxicos como una enfermedad infecciosa.


BIBLIOGRAFÍA

  1. OPPENHEIMER, ANDRÉS (2014). CREAR O MORIR, RONDÓN HOUSE LLC NY, PRIMERA EDICIÓN, MEXICO, 199 PP.
  2. SCHWARTZ, DAVID J, (2015). LA MAGIA DE PENSAR EN GRANDE, TALLER DEL ÉXITO, SEGUNDA EDICIÓN, MEXICO, 146 PP.
  3. DUIGG, CHARLES (2012). EL PODER DE LOS HABITOS, POR QUÉ HACEMOS LO QUE HACEMOS EN LA VIDA Y EN LA EMPRESA, TERCERA EDICIÓN, FINANCIAL TIMES Y GOLDMAN SACHS, 168 PP.
  4. KIYOSAKY, ROBERT (2011). PADRE RICO PADRE POBRE  SECRETOS PARA GANAR DINERO QUE NO TE ENSEÑAN EN LA ESCUELA, CUARTA EDICIÓN, NUEVA YORK. 116 PP.
  5. GREENE, ROBERT (2009) LAS 48 LEYES DEL PODER, VIGÉSIMA EDICIÓN, MÉXICO,  526 PP.

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