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Resiliencia empresarial en tiempos de crisis

ACTITUD ANTE LA CRISIS

“Los tiempos de turbulencias preparan el futuro, donde, la creatividad, disciplina, y proactividad, son los aditivos del motor empresarial ante la necesidad e incertidumbre.” -Félix Campoverde Vélez

La construcción de la capacidad de resiliencia frente a las crisis requiere de adopción de medidas políticas prácticas y de examinar su desempeño.

Las empresas resilientes son las que están orientadas y preparadas para vencer los retos que se le presentan en las diferentes áreas en que realizan sus actividades, y con seguridad vencen los problemas, mejorando con eficiencia y eficacia; manteniendo sus mercados; e incrementando las ventas; estableciendo excelentes relaciones con sus clientes; integrando a sus empleados y comprometiéndose con los objetivos de la organización, (Villamar, F. H. L., & Harold, F. 2015), convirtiéndolos en personas resilientes; asegurando la entrega a tiempo de los productos que comercializa; y ganar la confianza de los accionistas e inversionistas al garantizar altos dividendos de utilidades.

La complejidad cada vez es mayor, y el panorama de las empresas en estados de crisis y los grandes intereses que están en juego, no solo proyectar y alcanzar sus objetivos, sino también, también hacer y ejecutar los planes para enfrentar todos los escenarios posibles que más temen, por lo que los postulados en tiempo de crisis serán: 1) Anticipación, 2) Respuestas Oportunas, 3) Interés Autentico, 4) Ética y Transparencia (honradez), y 5) Refuerzo de la confianza; todo esto desde sus más altos directivos hasta el último empleado de la estructura organizacional.

Un sistema resiliente tiene la capacidad de absorber las perturbaciones y reorganizarse mientras se somete a cambios, a fin de retener todavía en esencia la misma función, estructura, identidad y retroalimentaciones (Kummer, 2011).

En cuanto a la estructura financiera en tiempo de turbulencia, será preciso ajustarse a las nuevas realidades, con llevando a evaluarse en primera instancia:

  1. la Liquidez,
  2. la Solvencia,
  3. Estabilidad,
  4. Resultados (PyG),
  5. Situación Económica del país macro y microeconómico,
  6. Análisis de prospectivo de la situación y
  7. Mitigación de los Riesgos operativos, comerciales, financiero y legales que no impidan la operatividad.

Siendo esencial  entonces, la priorización de acciones concretas en procura de preservar los intereses de los accionistas y de todos (Domínguez, 2000). Por lo que, para conseguir esta sinergia la empresa necesita tener una idea muy clara de lo que quiere hacer, y esto lo puede aportar lo que denominamos la planificación corporativa.

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